Expectativas, zozobra y agresiones marcaron la jornada del regreso del parlamentario, a quien los oficialistas tildaron de «asesino» y los opositores como «valiente».
La llegada del Presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, resuelve parte de la encrucijada política actual de Venezuela. Las preguntas ¿Regresará al país? ¿Por donde entrará? ¿Lo dejarán entrar?. Fueron respondidas el pasado martes 11 de febrero.
El Diputado llegó al Aeropuerto Internacional Maiquetía a las 5:00 pm, aproximadamente. En las instalaciones lo esperaban seguidores, Diputados, también colectivos afectos a Nicolás Maduro y empleados de Conviasa con consignas «Guaidó traidor de la patria».
La primera reacción del grupo que cuestiona al Diputado, quien también es reconocido por casi 60 países como el Presidente Encargado de Venezuela, fue la de permitir el ingreso de una supuesta empleada de Conviasa, Dubraska Padrón, junto al Director de Seguridad del Aeropuerto, quien grabó toda la escena: Desde que Guaidó dejó su cédula de identidad en Migración, por orden del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), hasta que se acercó a sus seguidores en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.
Dos mujeres corrieron detrás de él para saludarlo y expresarle que «allá afuera está el pueblo esperándolo», pero minutos después, Padrón vacía su envase de agua sobre la ropa de Guaidó, quien sólo respondió: «este es el showcito».
La odisea del parlamentario para entrar al país no terminó allí, sino que un masivo grupo de civiles con distintos tintes políticos lo rodearon, unos para brindarle afecto y otros para agredirlo.
Juan Guaidó se montó en una camioneta sin dar declaraciones, mojado y zarandeado. Algunos periodistas señalaron que recibió varios golpes en el rostro.
En el aeropuerto no concluyó su regreso al país, sino que más tarde se encontró con sus seguidores en la Plaza Bolívar de Chacao, para dar directrices e invitar a una sesión ordinaria de la AN que se celebró este miércoles 12 de febrero a las 10:00 am.
Durante la jornada del día, varios reporteros resultaron agredidos por colectivos del Gobierno de Maduro. Algunos perdieron sus pertenencias. Al periodista Maikel Yriarte, le robaron sus zapatos, que más tarde un grupo chavista lo exhibió, ante los medios de comunicación, como el zapato de Guaidó.