El presunto testaferro de Nicolás Maduro, Alex Saab, aseguró en una carta que enfrentará su juicio con total dignidad y » haciendo valer mi inmunidad diplomática como servidor del Gobierno de Venezuela», y reitera: «no he cometido ningún delito ni en Estados Unidos ni en ningún país»
El empresario colombiano Álex Saab, supuesto testaferro de Nicolás Maduro, extraditado el sábado pasado a EEUU, donde será juzgado por un caso de lavado de dinero, aseguró, a través de una carta, que no tiene «nada que colaborar» con el país norteamericano y que no cometió ningún delito.
El escrito fue leído este domingo por su esposa, Camila Fabri, donde añade: «no tengo nada que colaborar con Estados Unidos, no he cometido ningún delito ni en Estados Unidos ni en ningún país y no pienso mentir para favorecer a Estados Unidos en contra del que atraviesa un bloqueo inhumano (Venezuela)», dice la carta leída por Fabri, quien aseguró, durante una protesta para pedir la liberación de Saab, que la había escrito él antes de ser extraditado.
En el texto, el empresario responsabilizó a Washington y a la oposición venezolana liderada por Juan Guaidó, de su vida y su integridad física.
«Enfrentaré el juicio con total dignidad y haciendo valer mi inmunidad diplomática como servidor de la República Bolivariana de Venezuela», señala el escrito, que agrega que no es un «suicida», dejando constancia de que si le ocurre algo, será un asesinato.
Saab dijo, además, que le fueron violados todos sus derechos, que fue «secuestrado físicamente y psicológicamente» por el Gobierno de Estados Unidos y Cabo Verde con la «anuencia» del primer ministro del país insular, Ulisses Correia e Silva, el jefe de seguridad Carlos Reyes, el ministro de Gobierno, Pablo Rocha, y el director de la prisión, cuyo nombre no facilitó.
También culpó de su «secuestro» a Guaidó y a Iván Somonovis, uno de los colaboradores del opositor.
Por su parte, Fabri denunció que no le dejaron ver a su esposo durante su arresto en Cabo Verde y que la única que pudo hacerlo fue la hermana de él.
Añadió que «hace unos días viajó a Cuba y (los funcionarios de) la Embajada de Cabo Verde» en ese país, le dijeron que era «persona no grata».
«Lo que más le molesta a Estados Unidos es que mi esposo jamás se doblegará y nosotros somos y siempre hemos sido una familia muy, muy unida, y como él está secuestrado nosotros también (…) él tiene la fortaleza de la verdad y la inocencia», apuntó.