Las autoridades ucranianas alertaron de nuevos ataques rusos sobre Jersón, donde en las últimas 24 horas cayeron hasta 33 misiles sobre objetivos civiles
Las alarmas continúan sonando en Ucrania. Al menos 33 misiles rusos cayeron en las últimas 24 horas sobre la población ucraniana, teniendo como blanco objetivos civiles, según denunció el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania en su informe matutino, algo que Rusia niega.
Otros ataques militares rusos ocurrieron en Bahkmut, actualmente en ruinas, en la provincia oriental de Donetsk, y al norte, en torno a las ciudades de Svatove y Kreminna, en la provincia de Luhansk, donde las fuerzas ucranianas intentan romper las líneas defensivas rusas que tienen concentrado un gran número de efectivos, blindados y armamento pesado.
Desde Járkiv se informó de un nuevo ataque con misiles a primera hora del miércoles, mientras las autoridades regionales llaman a la población a mantenerse en lugares seguros o acudir a los refugios.
La capital, Kiev, y otras regiones encendieron la alerta antiaérea casi dos horas después, mientras las redes sociales de ucranianos hablaban de que la alerta nacional podría haberse declarado tras el despegue de aviones rusos estacionados en Belarús.
En la más reciente actualización sobre la situación militar en Ucrania, el Ministerio de Defensa británico afirmó que Rusia estaría reforzando la sección de Kreminna de la línea del frente, ya que es logísticamente importante para Moscú y se ha vuelto algo vulnerable tras los recientes avances ucranianos más al oeste.
El ejército ruso abandonó la ciudad de Jersón el mes pasado en uno de los avances más significativos de Ucrania en la guerra. Jersón, situada en la desembocadura del caudaloso río Dniéper y puerta de entrada a Crimea, anexionada por Rusia, es estratégicamente importante para ambas naciones.
En Jersón, el festejo por la liberación de la ciudad mudó rápidamente al miedo por los incesantes bombardeos rusos desde la orilla oriental del Dniéper, y muchos ciudadanos han huido desde entonces.
«Ha habido muy pocos cambios en cuanto a la línea del frente, pero la presión del enemigo se ha intensificado, tanto en número de hombres como en tipo y cantidad de equipamiento», comentó el analista militar ucraniano Oleh Zhdanov.