Washington considera que Moscú pone en riesgo la estabilidad dentro de la OTAN y pide a los aliados mantenerse la unidad dentro de la organización
Rusia vuelve a generar una disputa dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) entre Estados Unidos y Alemania.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, acusó el miércoles a Berlín de hacer caso omiso a la amenaza que representa Moscú para los intereses de la OTAN y advirtió a ese país de que si insiste en depender energéticamente de la administración de Vladimir Putin acabará siendo cautivo de esa nación.
«Es inaceptable que la mayor economía de Europa haga caso omiso a la amenaza que representa Rusia», dijo Pence en una de las conferencias organizadas con motivo de la reunión ministerial de la OTAN que se celebra esta semana en Washington.
Pidió a los aliados mantenerse unidos para encarar la «empresa» que supone, según la Casa Blanca, hacer frente al Gobierno ruso.
«No podemos garantizar la seguridad de Occidente si nuestros aliados son cada vez más dependientes de Rusia», agregó.
En su intervención, el vicepresidente acusó al Ejecutivo de la canciller Angela Merkel de no aportar a la alianza lo que le corresponde. «Muchos más países están ahora cumpliendo con sus compromisos, pero otros no y, como todos sabemos, Alemania es el principal», agregó.
Para Washington uno de los temas que genera controversia es la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que unirá Rusia y Alemania a través del mar Báltico.
A pesar de la dureza de su discurso, Pence cerró su intervención con un tono más conciliador y aseguró que «Estados Unidos es y siempre será el mejor aliado de Europa».