Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ordenó militarizar el Congreso de su país ante la negativa de éste cuerpo colegiado de aprobar un presupuesto de casi 110 millones de dólares para combatir a las pandillas en el territorio nacional.
Bukele, habría amenazado al parlamento salvadoreño con una «insurrección del pueblo» si no aprobaban el préstamo para llevar a cabo un plan contra la delincuencia.
Las representaciones de los partidos Arena y el FMLN no asistieron a la sesión y según los reportes de prensa llegados desde San Salvador, indican que Bukele se sentó en la silla del Presidente del Parlamento y amenazó con seguir la agitación para forzarlos a aprobar su petición.
El partido de Bukele está en minoría en el Poder Legislativo, lo que hace cuesta arriba la aprobación de las exigencias del mandatario salvadoreño.