Señaló que siempre albergó la esperanza de que las Fuerzas Armadas de Venezuela defendieran la democracia
El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez en entrevista a El Mundo, de España, habló de varios asuntos políticos, incluyendo a Venezuela. Se mostró preocupado por las elecciones de su país en el año 2022.
«Dije ‘ojo con el 22’ porque el régimen de Venezuela tiene muchos delegados en Colombia bregando para tomar el poder, lo que haría un daño enorme a nuestra democracia y posibilidades económicas y sociales. Hay un neocomunismo solapado que haría mucho daño, y hay otros liberales en el sentido filosófico de la palabra que son muy permisivos y también permiten el daño. Ojo con el 22», aseveró Uribe.
Por otra parte, una de las preguntas de la entrevista fue: «en España se encuentra el preso político más emblemático del chavismo, Leopoldo López, quien ha pedido a Bruselas más sanciones a Caracas, mientras el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, apuesta por el diálogo. ¿Cuál cree que debería ser la vía a seguir?».
A esto Uribe respondió que «¿Han servido las sanciones impuestas hasta ahora? Poco. El régimen venezolano parece estabilizado y lo ha hecho con lo poco que le queda de petróleo, con el oro, las remesas, el narcotráfico y la represión. ¿Sirve el diálogo? Lo han intentado muchas veces, pero estos regímenes en la historia siempre han demostrado que para ellos el diálogo es simplemente un camino para fortalecerse».
«Yo respeto mucho a Borrell, pero históricamente el intento de diálogo con Venezuela es inútil. Todos los intentos de diálogo en Venezuela han sido inútiles. Mire la Iglesia católica, cuánto ha insistido, y ha sido inútil…», sostuvo. «Yo soy muy escéptico. Respecto a la mano dura, las sanciones económicas no han sido efectivas porque mientras ellos tengan una vía de escape como Rusia o los recursos de China, eso no va a ser efectivo. Y la intervención extranjera nadie la va a hacer. Yo siempre albergué la esperanza de que las Fuerzas Armadas de Venezuela, para defender la democracia, le quitaran el respaldo a Maduro, obligaran a que (Juan) Guaidó ejerciera democráticamente el poder, llegaran a celebrarse unas elecciones», dijo.
Señaló que «una intervención de fuerza doméstica no para imponer un gobierno militar, sino para remover una dictadura, permitir que un presidente interino, Guaidó, pudiera ejercer debidamente la Presidencia, convocara a unas elecciones transparentes… Pero ha sido frustrado, con el problema de que la tiranía de Venezuela ha conseguido la lealtad de altos mandos militares y de la guardia nacional, enriqueciéndolos con corrupción. Estoy pesimista sobre cualquier salida y muy pensativo sobre que esa dictadura se está estabilizando».