La Casa Blanca insistió este lunes en que el presidente Donald Trump busca un «cese al fuego permanente» entre Rusia y Ucrania, desestimando la tregua de tres días anunciada por Vladímir Putin a partir del 8 de mayo.
«El presidente quiere un alto el fuego permanente. Tengo entendido que Vladimir Putin ofreció esta mañana un alto el fuego temporal. El presidente Trump ha dejado claro que primero quiere un alto al fuego permanente para detener las matanzas y el derramamiento de sangre», declaró Karoline Leavitt, portavoz presidencial, tras las declaraciones de Putin al promulgar la tregua temporal.
Leavitt afirmó que Trump, quien estaría «frustrado con ambos líderes», prioriza detener «la matanza de inmediato». La postura contrasta con la propuesta ucraniana, presentada la semana pasada a EEUU, que exige un alto al fuego «incondicional» antes de negociaciones. Daria Zarivna, asesora de Volodímir Zelensky, tachó el gesto ruso de «juego táctico», mientras el mandatario ucraniano sostuvo que su país está «listo para dialogar si se garantiza seguridad civil».
Brian Hughes, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, respaldó la postura: «Trump valora la pausa, pero exige una solución permanente». La administración republicana atribuyó el conflicto a la «herencia de Joe Biden», acusándolo de permitir el inicio de la guerra.
Diplomacia en movimiento
El secretario de estado, Marco Rubio, mantuvo este domingo una llamada con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, subrayando «la necesidad de terminar la guerra ahora». El contacto siguió a la reunión en Moscú del enviado especial Steve Witkoff con Putin, en un intento por reactivar las conversaciones estancadas desde 2022.
Aunque Trump se declaró «optimista» por lograr un acuerdo, fuentes cercanas a las negociaciones advirtieron que Rusia insiste en anexiones territoriales como condición, mientras Ucrania rechaza ceder soberanía. El marco estadounidense, aún no detallado públicamente, priorizaría desmilitarización y garantías de seguridad para Kiev.