Lo hizo después de que el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, afirmara lo siguiente en su cuenta de Telegram: «Estamos en el Estado Mayor, 7.30 hora de Moscú, controlamos las instalaciones militares de Rostov, incluyendo el aeródromo»
El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, declarado en rebeldía contra el Ministerio de Defensa ruso, afirma tener bajo control el Estado Mayor ruso en la ciudad de Rostov, en el sur del país.
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, denuncia una «puñalada por la espalda», mientras que el Ejército ruso promete «garantizar la seguridad» de los combatientes de Wagner si ponen fin a su rebelión.
Putin califica la rebelión armada del jefe mercenario de «traición» y «amenaza mortal» para el Estado ruso y promete «defender al pueblo» y a Rusia.
Putin asegura que «no permitirá» una «guerra civil», y llama a la «unidad». Asegura que los «traidores» serán «castigados».
Según una agencia bielorrusa, Putin habló por teléfono con su aliado Alexandr Lukashenko tras la rebelión del Grupo Wagner.
El jefe del Grupo Wagner respondió a Putin que no es un traidor y que no se entregará.
Uno de los asesores del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, da por comenzada la «guerra civil» en Rusia.
Putin admite que la situación es «difícil» en Rostov, donde se encuentra el grupo Wagner.
En un vídeo publicado en su cuenta de Telegram, Prigozhin afirma: «Estamos en el Estado Mayor, 7.30 hora de Moscú (04.30 GMT), controlamos las instalaciones militares de Rostov, incluyendo el aeródromo».