Desde el pasado diciembre, al menos 950 alumnos han sido raptados en esta zona de Nigeria, según la Agencia de la ONU para la Infancia (Unicef)
Las fuerzas armadas de Nigeria mataron mediante ataques aéreos a 78 bandidos en el noroeste del país, una zona en la que en los últimos meses proliferaron los secuestros masivos en escuelas con el fin de obtener lucrativos rescates, informaron hoy a Efe fuentes militares.
«Lanzamos una ofensiva contra los bandidos con ataques aéreos sobre sus campamentos en (el estado de) Zamfara», explicaron a Efe este viernes por vía telefónica fuentes militares.
Aunque los detalles no se conocieron hasta este viernes, los ataques tuvieron lugar el pasado 2 de agosto.

«Al menos 78 de estos criminales fueron eliminados y muchos otros huyeron con heridas de distinto grado. Sus campamentos y escondites en el bosque de Kuyanbana también fueron totalmente destruidos», agregaron las fuentes.
La operación, que buscaba, según las fuentes, frenar la permanente «amenaza» que plantean a las comunidades de la zona estos grupos de hombres armados, fue conjunta entre el Ejército del Aire y el de Tierra, para bloquear las posibles vías de escape de los bandidos por vía terrestre tras los ataques aéreos.
Desde el pasado diciembre, al menos 950 alumnos han sido raptados en esta zona de Nigeria, según la Agencia de la ONU para la Infancia (Unicef).

Los autores de estos raptos son lo que el Gobierno denomina «bandidos» en busca, habitualmente, de obtener lucrativos rescates.
La inseguridad en el noroeste de Nigeria por la presencia de estos grupos criminales se suma a la que se vive desde 2009 en el noreste, por la violencia del grupo yihadista Boko Haram y su facción del Estado Islámico en África Occidental.
Esas organizaciones terroristas buscan imponer un Estado de corte islámico en el país, de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
La violencia ha ocasionado el desplazamiento interno en el país de más de tres millones de personas y más de 300.000 nigerianos se han refugiado en los países vecinos de Níger, Chad y Camerún, según los últimos datos de Naciones Unidas y el Gobierno nigeriano.