Tres partidos opositores chilenos presentaron este sábado una contrapropuesta a la agenda social del presidente Sebastián Piñera, para superar la crisis, que incluye la convocatoria de un plebiscito para la elaboración de una nueva Constitución.
Los líderes del Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Radical (PR), que forman la llamada Convergencia Progresista, consideraron que las medidas que planteó Piñera son «insuficientes» y presentaron una lista de siete propuestas para superar la crisis política y social que vive el país desde hace más de dos semanas.
«Tenemos contrapropuestas estructurales de cambio para Chile. Lo que el Gobierno ha puesto sobre la mesa hasta ahora es insuficiente para dar cuenta de las protestas masivas de la ciudadanía. La agenda social del Gobierno es insuficiente, tenemos que ir a lo fundamental», señaló el presidente del PPD, Heraldo Muñoz.
El jueves pasado, los dirigentes de varios partidos opositores se reunieron con el Ministro del Interior, Gonzalo Blumel, quien les entregó más detalles sobre las medidas que quiere implementar el Ejecutivo y los invitó a aportar sus ideas y propuestas.
Los principales ejes de la contrapropuesta opositora son elevar las pensiones, una nueva Constitución, fijar los precios de los medicamentos y modificar la reforma tributaria.
Álvaro Elizalde, presidente del PS, consideró que sus propuestas apuntan a lograr una «solución inmediata» a la crisis y aseguró que esta debe resolverse con «más democracia», algo que, en su opinión, el Gobierno no está entendiendo.
El 22 de octubre Piñera presentó un paquete de medidas para descomprimir la presión social y apaciguar las protestas violentas en el país, que hasta el momento han dejado 23 fallecidos, según cifras de la Fiscalía.
La agenda social del presidente contempla un alza de las pensiones, crear un ingreso mínimo garantizado, rebajar el sueldo de los parlamentarios y cambios en la salud pública, entre otras cosas.
La contrapropuesta opositora incluye la convocatoria de un plebiscito con el objetivo final de redactar una nueva Constitución, que reemplace la actual, instaurada durante la dictadura de Augusto Pinochet en 1980, y que ha sido reformada varias veces.
«Nos la vamos a jugar por entero por un plebiscito. La gente está expresando su malestar en las calles y corresponde que se pronuncie democráticamente a través de un plebiscito», apuntó Elizalde.
En materia de pensiones, proponen elevar las jubilaciones de los pensionados más vulnerables un 50 % en lugar del 20 % planteado por el Gobierno.
Y en el aspecto tributario, los tres partidos opositores indicaron que quieren introducir un impuesto al patrimonio de las personas más ricas del país y que el Gobierno dé marcha atrás en un artículo de la reforma tributaria que, sostienen, baja los impuestos a las personas de mayores ingresos.
También propusieron elevar el salario mínimo hasta los 350.000 pesos (unos 480 dólares), y que no sea solamente un ingreso mínimo garantizado que se complementa con aportes del Estado.