El secretario del tesoro de EEUU, Scott Bessent, y la representante comercial, Jamieson Greer, se reunirán este sábado en Ginebra con el viceprimer ministro chino He Lifeng, máximo responsable económico de Pekín, en un intento inicial de desescalar la guerra comercial entre EEUU y China
La noticia del encuentro elevó los futuros de los principales índices estadounidenses, y en la sesión asiática de este miércoles las bolsas de China y Hong Kong también registraron ganancias.
Los aranceles recíprocos entre ambas potencias han superado el 100 %, alcanzando niveles que Bessent describió como equivalentes a un embargo comercial. Estas tasas han interrumpido cadenas de suministro y generado temores de una fuerte desaceleración económica global.
Según fuentes cercanas a la planificación, las conversaciones abordarán reducciones generales de aranceles, gravámenes sobre productos específicos, controles a la exportación y la eliminación de exenciones para importaciones de bajo valor.
«Tengo la sensación de que se tratará de desescalar la situación», declaró Bessent a Fox News tras el anuncio. «Tenemos que desescalar la situación antes de poder seguir adelante», afirmó al referirse al objetivo de las negociaciones.
Pekín, que inicialmente condicionó cualquier diálogo al levantamiento previo de aranceles estadounidenses, dio un giro al aceptar la invitación “tras considerar las expectativas globales, los intereses de China y las demandas de la industria y los consumidores de EEUU”, según un portavoz del Ministerio de Comercio chino.
La economía china comienza a resentirse: la actividad fabril mostró señales de contracción y el banco central anunció recortes de tipos y una inyección de liquidez para mitigar el impacto de los aranceles.
Este encuentro será el primer diálogo de alto nivel entre Washington y Pekín desde marzo, cuando el senador Steve Daines se reunió con el primer ministro Li Qiang en Beijing.
Ambas potencias reconocen que el actual estancamiento no es sostenible y aspiran a acordar pasos concretos de desescalada, aunque persiste la incertidumbre sobre el alcance real de los compromisos que puedan surgir de estas conversaciones.