El analista político y experto electoral analiza las posibilidades que existen para avanzar hacia una salida electoral al conflicto político. Asegura que «la oposición venezolana como está conformada, con sus fortalezas y sus debilidades, en este momento no tiene ninguna posibilidad de plantear una vía insurreccional para tomar el poder»
La pandemia impone la distancia, pero no impide que pueda darse la interacción social y el análisis del entorno político, económico y social. El pasado 8 de mayo, Contrapunto sostuvo una conversación vía Instragram, con Andrés Caleca y revisamos la coyuntura que atraviesa Venezuela.
«La dirigencia política tiene que poner los pies en la tierra y posiblemente tendrá que prorrogar la autoridad de la Asamblea Nacional más allá del 5 de enero. Eso no se ha hecho nunca en el país a ese nivel pero se ha hecho con autoridades regionales con autoridades locales. Se han prorrogado mandatos de gobernadores de asambleas legislativas, de alcaldes y de cámaras municipales. Quizás por analogía se pueda encontrar la fórmula jurídica: No se puede cerrar la Asamblea Nacional el 5 de enero, hasta tanto sean sustituidos en un proceso electoral medianamente confiable».
La afirmación, surgió a propósito de la evaluación de las opciones que existen para cumplir con el mandato constitucional de realizar elecciones parlamentarias este año.
Caleca, advierte que la situación obliga a replantearse los escenarios debido a la escena generada por el coronavirus, los procesos alrededor de la designación de las nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) y las capacidades técnicas para la realización de un evento comicial.
-Ha señalado que para realizar unas elecciones ser requieren por los menos 10 meses. ¿En estas condiciones esa proyección se mantiene?
-Cuando hablamos de seis meses fue antes de la quemazón de Mariches. La señora Lucena, informó que del parque de 30.000 máquinas que tenía el CNE quedan 500. Es decir, que el software que tiene el CNE no sirve, porque estaba diseñado para esas máquinas. Quien asuma el CNE tendrá avocarse a resolver este tema, en este contexto: Sin recursos, renovar ese sistema no cuesta menos de 50 o 560 millones de dólares. Estamos en cero, no solo en el personal y autoridades, sino en plataforma automatizada respecto a recursos tecnológicos.
Alerta que la pandemia global complica el financiamiento: «No atrevo a decir dónde se pueden conseguir los recursos para esa importación máquinas sustitutas o regresar al sistema manual. Para que se sepa, eso no es soplar y hacer botellas».
-¿Qué se requiere para hacer elecciones manuales?
-Para ir a manual tienes que entrenar a todo el personal de las mesas electorales en cada una de las mesas. Son 40.000 mesas con suplentes y principales que hay que entrenar para que se haga la totalización en todos los barrios, campos y caseríos del país.
Picados de culebra
En el medio de los escenarios le planteamos al experto la posibilidad de que se hagan elecciones vía digital debido a la pandemia y señaló que técnicamente son posibles. Sin embargo, advierte, que hay algunas limitaciones cualitativas que deben tomarse en cuenta
«En Venezuela somos reacios a cambiar el sistema porque estamos picados de culebra, ha habido demasiado fraude. La solución pasa por tener autoridad electoral que tenga suficiente respaldo político y suficientes credenciales, para que le devuelvan la confianza al país. Lo que viene será difícil y ese trabajo está suspendido», alerta el analista.
Destaca que se avanzó el comité de postulaciones con el nombramiento de los diputados y los miembros de la sociedad civil «pero se detuvo el proceso por la pandemia. Se ha podido seguir por vías digitales, pero ha faltado voluntad política».
«Hay que reconocer los esfuerzos del diputado Angel Medina, pero no todos tenían el entusiasmo. Ni del Psuv, ni de los otros partidos. Será que estaban más pendiente de las opciones de debajo, de un lado de la mesa. Ojalá que nos concentremos en eso. La oposición es la única fortaleza que tiene», advierte.
-Si consideramos que hoy es el día cero… ¿Cuanto tiempo se necesita para tener una elecciones creíbles en este nuevo escenario?
-La variable pandemia no la podemos manejar, así que hagamos abstracción de ella. Digamos que las autoridades electorales están designadas el 1 de junio y ponen a trabajar en descifrar esa caja que es el CNE y comenzar a poner en orden el Registro Electoral, su estructura interna, autoridades regionales y demás procesos, en no menos de un año se pueden hacer una elecciones medianamente confiables. Por ahí hay gente que dice que, en tres meses se pueden hacer unas elecciones. Una chambonada la puedes hacer en tres días, como lo de la Asamblea Nacional Constituyente, pero no sirve de nada, ni para nadie. Trabajando a toda máquina, con apoyo político, con una pandemia controlada, podrían hacerse en 10 o 12 meses, de verdad que no estoy seguro, pero de lo que sí estoy seguro es que en menos tiempo no es posible.
A Caleca, le llama atención que después de los sucesos generados por la llamada Operación Gedeón, Maduro haya llamado a reactivar el trabajo sobre el CNE, junto con la liberación de presos políticos.
-¿Esos eventos le dan un piso político que lo anima proponer la salida electoral al conflicto?
-Es posible que esa sea la lectura. Yo no creo que lo logren por esa vía.
Operación Gedeón o «la mamarrachada»
Esta conversación con Andrés Caleca, comenzó por el análisis de los eventos vinculados con la llamada Operación Gedeón y su impacto en el escenario político.
Señala que muchos de los que se rasgan las vestiduras contra esta acción,que no duda en calificar de «mamarrachada», son los que también se alzaron en armas contra la idea construida en el país, de resolver el conflicto político mediante las elecciones.
«Siento que hay una doble moral en esto», sentenció.
Inmediatamente después de esta observación señaló que «una dirección política seria debe analizar todas las posibilidades que tienen las distintas vías para la toma del poder. La realidad es que la oposición venezolana como está conformada con sus fortalezas y sus debilidades en este momento no tiene ninguna posibilidad de plantear una vía insurreccional. La única opción real que tienen las fuerzas democráticas venezolanas es la lucha pacífica, la lucha de masas, la lucha organizada que haga posible la movilización de la mayoría de un pueblo que ahora no está movilizado contra un Gobierno ineficaz».
-¿Son sus convicciones o es que no existen condiciones objetivas para una insurrección?
-Las dos cosas. Eso creo y ese es mi planteamiento. Pero además no veo condiciones objetivas para una insurrección en un país que está postrado, un país que no tiene ninguna posibilidad de pensar en otra cosa que la comida. La invasión no está en la agenda de la gente que piensa en la falta de gasolina, en el hambre.
-¿Cuál es el impacto de esta acción?
-Esto fue una mamarrachada. Yo no sé de mercenarios, tombos, militares, espías. Yo sé de la lucha política, la lucha sindical, los partidos, que es donde me he movido desde que tengo 14 años. Lo que se ha hecho es un desastre que ha favorecido al Gobierno. Fortalece la unidad de comando del Psuv y fortalece el relato del Gobierno que afirma está siendo amenazado y ahí está la prueba. Maduro tienen tres días llorando porque lo iban a matar. Esto lo ayuda a la cohesión de su base militante que no debe pasar del 15%, pero que le basta para Gobernar. También lo ayuda al respaldo del sector militar que se ha convertido en un partido armado y tienen el respaldo de unos cuerpos represivos estupendos que no tiene parangón en el continente, solo comparado con Cuba. No se puede combatir un andamiaje militar y policial represivo con las armas de la violencia. ¡No! Estás condenado a la derrota. La única forma de luchar contra eso es la organización del pueblo, la organización de masas. Tal como se lo planteó Venezuela.
-En estas circunstancias ese trabajo está muy limitado.
-Estamos en cuarentena agravada porque no hay combustible ni para mover a la población ni al aparato productivo del país. De manera que la realidad está suspendida. Esto pasará y Venezuela se tendrá que ir reactivando y el debate político también lo irá haciendo.
Caleca, indica que la oposición debe enfocarse en los escenarios electorales que vienen como un camino «para organizarse, para reagruparse, para repotenciar liderazgos regionales».
«Hay que pensar en el mediano plazo. Vienen elecciones parlamentarias. Se abre la posibilidad de un revocatorio y después las elecciones de gobernadores. La gente se desespera. Es todo un escenario político que debe aprovecharse», afirma Caleca.
Para cerrar esta evaluación, el analista señala que «quisiera que la oposición venezolana dejara de ver lo escenarios que tiene debajo, de lado de la mesa y todo ese cuento en el que hemos perdido los últimos 20 años. Se debe concentrar en la lucha política que es la única en la que tiene posibilidades de éxito si se logra una autoridad electoral imparcial, que revise el REP, independiente, que lo depure que revise las autoridades electorales en todos niveles.