En sus previsiones macroeconómicas, ambos organismos han señalado que el crecimiento de la economía mundial se ha desacelerado y las perspectivas a medio plazo se encuentran en su punto más débil en más de tres décadas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) se comprometieron a aumentar su colaboración en tres áreas claves para el mundo: la crisis climática, la deuda y la transición digital.
A través de un comunicado conjunto, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el presidente del BM, Ajai Banga, sostuvieron que «el mundo enfrenta importantes desafíos económicos, la amenaza existencial de la crisis climática, así como una transición digital» en un contexto que presenta impactos más frecuentes y altos niveles de deuda, así como «crecientes tensiones geopolíticas».
Bajo este orden de ideas, precisaron que es fundamental contar con políticas bien diseñadas y «en la secuencia adecuada» para ayudar a acelerar el crecimiento, aliviar los conflictos políticos y apoyar las transiciones a los espacios «verde y digital».
De acuerdo con una reseña publicada por la agencia de noticias EFE, el memorando de entendimiento fue firmado en la sede del BID en Washington DC y a la firma asistieron el presidente del BID, Ilan Goldfajn, y Banga, quienes se comprometieron para trabajar en la lucha contra la deforestación del Amazonas, el fortalecimiento del Caribe ante los desastres naturales y la reducción de la brecha digital en Latinoamérica.
En sus previsiones macroeconómicas, el FMI y el BM han señalado que el crecimiento de la economía mundial se ha desacelerado y las perspectivas a medio plazo se encuentran en su punto más débil en más de tres décadas.
Asimismo, han indicado que la economía mundial crecerá un 3% este año, según el último informe de perspectivas económicas publicado por el FMI en julio, en el que se alerta de riesgos globales que podrían bajar la cifra, como la persistente inflación, futuras vulnerabilidades en el sistema financiero o que China crezca menos de lo esperado.
El FMI estima además que vendrán años complicados para la economía global, que crecerá en torno al 3% durante los próximos cinco años, el pronóstico de crecimiento a mediano plazo más bajo desde 1990, y muy por debajo del promedio del 3,8% de las últimas dos décadas.
Por su parte, en el último informe de perspectivas globales publicado en junio, el Banco Mundial situó en el 2,1% su estimación de crecimiento global para este 2023.
A todo esto se suma que el mundo enfrenta «fragmentación geoeconómica, desastres naturales extremos exacerbados por el cambio climático y niveles crecientes de deuda pública».