Tsimanouskaya compareció este jueves ante la prensa en Varsovia y, aunque evitó responder a preguntas explícitamente políticas, el hecho de estar en compañía del disidente Pável Latushka
La acogida en Polonia de la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya añade tensión al conflicto persistente entre Minsk y el flanco este de UE, base de la disidencia al régimen de Aleksandr Lukashenko.
La atleta, además, se ha convertido en un símbolo de la disidencia en su país y en un desafío para las autoridades.
Tsimanouskaya compareció este jueves ante la prensa en Varsovia y, aunque evitó responder a preguntas explícitamente políticas, el hecho de estar en compañía del disidente Pável Latushka -y la historia de su llegada a Polonia- convertía su presencia en un desafío al régimen Minsk.
Latuschka, que fue embajador de Bielorrusia en España y luego se convirtió en opositor al régimen, se encargó de dar respuesta a las preguntas políticas mientras que la atleta se dedicada solo a dar cuenta de los detalles de su caso personal y a sus planes inmediatos.
Solo al final Tsimanouskaya tuvo un gesto claramente político al anunciar su participación en un acto de solidaridad con la disidencia.
«Pasé mucho tiempo esforzándome por un sueño, espero poder continuar haciéndolo y por eso acudiré el próximo 9 de agosto al Maratón por la Libertad y animo a todos a que se unan a mí para pedir libertad», dijo la deportista al concluir su rueda de prensa ofrecida en Varsovia.
Tsimanouskaya se puso en pie y exhibió una camiseta con el lema «I just want to run» («Sólo quiero correr», en inglés), que identifica a un evento en línea que, bajo la forma de una carrera simbólica, recauda fondos en favor de organizaciones democráticas bielorrusas.
En la página web del evento se puede leer: «Pueden manipular elecciones, llenar las cárceles de disidentes, cerrar fronteras, secuestrar aviones, destruir la sociedad civil; el Maratón por la Libertad es largo, agotador, corremos el uno por el otro, no nos damos por vencidos».
Latushka, por su parte, animó a los deportistas bielorrusos que aún permanecen en Tokio compitiendo en los Juegos Olímpicos a seguir los pasos de Tsimanouskaya si se sienten en peligro y afirmó: «No les dejaremos solos».
Pável Latushka recordó que en su país «no hay libertad de expresión, todos los medios independientes están cerrados o siendo atacados (…), sobre todo el último año».
Asimismo, aseguró que «ha habido muchos casos de activistas asesinados por el régimen de Lukashenko que han sido presentados como suicidios; la represión es brutal».
Hace unos días, el activista bielorruso Vitali Shishov fue hallado ahorcado en un parque de Kiev en circunstancias extrañas.