Jonhailing Guillén es una joven karateca del estado La Guaira que con tan solo 13 años de edad se encuentra muy enfocada en su disciplina.
Sus inicios fueron a los tres años en el karate do shotokan, momento en el cual su madre la puso a elegir entre los tatamis o la pistas del ballet. Fue así como Jonhailing optó por el karate debido a que según sus propias palabras quedó “fascinada” desde la primera vez que pisó un tatami”.
La motivación para practicar el karate do se da debido a la química y entusiasmo que sintió por la actividad física y la disciplina, así como el respeto que se demuestra por los superiores y por supuesto la marcialidad.
El karate do le ha dejado varios aspectos importantes para su corta edad, tanto así que se convirtió en algo esencial para su vida: “Se supone que un deporte no es solo para mantenernos activos, el karate es una actividad que ha dejado muchas cosas buenas, y me ha ayudado a superar situaciones”, destacó.
“Como atleta las competencias me dan muchos nervios, me atacan en ese momento pero debo ejercer una fuerza mental. Mi padre que es mi sensei me dice que lo importante no es obtener el primer lugar sino realizar un buen trabajo”.
En el año 2012, una competencia realizada en Margarita la marcó como una experiencia familiar, en la que compartió con muchos atletas y ese momento lo guarda en su retina como el más recordado.
Ser la hija del sensei Joao Do Nascimento es para ella muy gratificante y asegura que la ayuda mucho y siempre está pendiente. Al contrario de los que puedan pensar, ser la hija del sensei lejos de otorgar privilegios, exige una dedicación el triple pues se pide dar el ejemplo y encontrarse firme y enfocada cada segundo.
“Una de las más grandes enseñanzas que me ha dejado mi padre como sensei es que debemos luchar por lo que queremos sean cual sean las circunstancias”, aseveró.
Entre sus metas y sueños estaba llegar a la selección y pudo cumplirlo en par de ocasiones. Espera poder viajar de nuevo y quiere ser recordada por el buen trabajo que realiza, por encima del número de medallas que consiga.
Desde que llegó al karate se enamoró del kata, en ese sentido lo considera más que como un deporte, lo ve como un arte. Sus atletas admirados son Antonio Díaz y Johanna Sánchez.
Esta cuarentena le ha servido a Jonhailing para reflexionar en cuanto a las artes marciales y a podido practicar el físico: “Seguimos con las responsabilidades del karate y el colegio, tengo piezas de tatami en mi casa y es más fácil el entrenamiento para mi”.
Ha practicado el kata y el kihon que es algo que considera esencial para seguir subiendo de cinturón. Espera volver a los tatamis con mucha actitud, luego del período en cuarentena. “Creo que la vuelta será con todo para llegar así al tatami nuevamente”, finalizó.