La vuelta del lateral ha causado un gran impacto en Brasil. El jugador con más títulos de la historia (40) abandonó su país a mediados de 2002, cuando el Sevilla lo fichó del Bahia, el equipo de su tierra natal
Dani Alves tuvo un debut soñado en San Pablo. El futbolista que lució la 10 en la espalda marcó el único tanto de su equipo en el Morumbi y fue la figura de su equipo ante el Caerá.
El ex futbolista del PSG y Juventus que arribó al club como nuevo refuerzo estrella, tuvo una tarde que nunca olvidará gracias a la jugada que armó a los 40 minutos del primer tiempo. Tras una gran jugada colectiva por el sector derecho, el jugador de 36 años se encontró con el balón en el área, se fabricó el espacio y sacudió el arco con un derechazo bajo cruzado.
Todos sus compañeros, incluidos los suplentes, fueron a abrazarlo tras su conquista, en una muestra pública de la felicidad que genera su presencia en el vestuario del San Pablo.
El brasileño se situó lejos de la línea del costado derecho y se encargó de dirigir los ataques de su equipo, desde el sector izquierdo del mediocampo. El resultado en la práctica de la semana ya había sido satisfactorio: había marcado dos goles.
Con información de AFP