Ty Cobb, la «frenética» leyenda del béisbol y sus malos modales dentro y fuera del campo

Arnaldo Fernández l @fernandzarnaldo

De «melocotón» a «melocotón ácido», la historia de uno de los jugadores más importantes de la historia del mejor beisbol del mundo

“El Melocotón de Georgia”, así apodaban al mítico y problemático Ty Cobb, uno de los mejores peloteros de la historia del beisbol de las Grandes Ligas, el primero en convertirse en multimillonario y quizás uno de los más “sucios” en su juego. 

El carácter del georgiano comenzó desde muy temprana edad, apenas a los 12 años fue testigo de la primera desgracia en su vida, debido a que su madre asesinó de dos disparos a su padre William Herschel Cobb, senador de Georgia, al confundirlo con un ladrón.  Se dice también que, el padre de Cobb sospechaba de una presunta infidelidad de parte de su esposa, por lo que  decidió espiarla y la mujer lo asesinaría sin saber que era él, al disparar. 

Entre las hazañas de Ty Cobb, es importante destacar que obtuvo 12 títulos de bateo, incluyendo nueve de forma consecutiva, todo un récord y una hazaña digna de una estrella que promedió 366 de average en el mejor beisbol del mundo. 

Su promedio vitalicio al bate es el más alto de la historia, un hecho no menor para un jugador con un estilo agresivo que no se guardaba nada a la hora de barrerse con los tacos en alto sobre el home, y que además era un hombre de pocos amigos y no muy querido en la franquicia de los Tigres de Detroit, quienes lo firmaron por 700 dólares. 

Ty Cobb, era un experto en utilizar la intimidación psicológica, se dice que fue el primero en recurrir a esta práctica. En 1911, disputaba el título de bateo contra Joe Jackson, quien era quizás el único amigo de nuestro conflictivo personaje. 

Cuenta la leyenda que en plena disputa, Jackson lo superaba por nueve puntos de promedio a falta de seis partidos, por esta razón Cobb decidió comenzar a ponerle mala cara y negarle el saludo, hecho que llevó al popular “Descalzo” a preocuparse debido a que no entendía el enojo de su amigo. Luego de esa situación, Jackson terminó perdiendo la concentración y Cobb sacó el camión de leña para terminar con promedio de 420 y dejar a su amigo en 408. Al finalizar la disputa, Cobb se le acercó a Jackson se rió muchísimo y lo convidó a ir por unas cervezas. 

De igual manera, Cobb se convirtió en el primer grandeliga multimillonario, esto gracias a que supo aprovechar la Gran Depresión que continuaría hasta 10 años antes de la Segunda Guerra Mundial y con ello invirtió en dos empresas pequeñas en aquella época: General Motors y Coca Cola, luego llegó la bonanza económica y ya sabemos el resultado. 

Su carácter era tan endemoniado que tenía enemigos a granel, tanto así que se dice que tenía que dormir con una pistola bajo su almohada, quizás no era tan necesario pero su mal genio lo llevaba a estar algo paranoico. 
A la hora de pelear no se lo pensaba dos veces, en una ocasión derribó de un derechazo al lanzador Ed Siever y las trifulcas contra el jardinero Mclntre fueron constantes. 

Asimismo, mucho se habló de la incomodidad que le producía el auge que comenzaba a tomar en su momento el mítico Babe Ruth.  Su odio por las personas afroamericanas era conocido y la magnitud era tal que se dice que abofeteó a una mujer de color simplemente por intentar saludarlo. 

Este fue Ty Cobb, leyenda del beisbol, una máquina con el madero y un estuche de malas costumbres fuera del terreno de juego. Sin embargo, sus números siguen allí y el legado deportivo lo hace inmortal y su mala conducta lo acompañó hasta a escribir su biografía, una vida nada fácil marcada por la eternidad.