La ahora influencer recordó que a sus 21 años decidió ingresar a la industria del cine para adultos. Hoy, con una nueva vida, se arrepiente de dicha decisión, pero ya puede hablar de su pasado sin angustia
Hablar de Mía Khalifa es hablar de la industria del cine para adultps, muy a pesar de que su carrera como pornstar fue breve, apenas por algunos meses del 2014.
Sin embargo, esta parece ser una etiqueta difícil de quitar, a pesar de todos los esfuerzo de la chica de origen libanés. Ahora, la actriz y DJ libanesa denuncia que está recibiendo constantes amenazas del Estado Islámico debido a que hace algunos años rodó una producción usando el hiyab (pañuelo islámico que usan las mujeres musulmanas), y fue un hecho que causó mucho revuelo, así lo reseñó el portal La República.
Actualmente, Mia Khalifa cuenta con 16 millones de seguidores en Instagram, pero no está orgullosa de su fama mundial, puesto que, después de tantos años de subordinación y opresión, y de haber construido una nueva vida y seguido otras carreras, basta googlear su nombre en los portales web para que aparezcan videos de contenido sexual en los que ella aparece.
En una reciente entrevista en el programa Hard Talk de la BBC, Khalifa habló de la industria pornográfica y la cultura del siglo XXI: “Mi cuenta de Instagram fue hackeada por simpatizantes de EI, que publicaron propaganda por todas partes; no me hice una cuenta nueva hasta un año después, cuando decidí aceptar mi destino como la infame exestrella porno e intentar cambiar la narrativa”.
De igual forma, admitió que en ningún momento tuvo en sus planes convertirse en una estrella mundial, pues creía que sus filmaciones pasarían desapercibidas al ser grande la cantidad de mujeres que atraviesan esa industria.
“Pensé que nadie descubriría que haría porno. Ahí miles de chicas grabándose teniendo intimidad y nadie conoce sus nombres. Quería hacerlo como un secreto, pero todo reventó”, señaló.
Con información de Espectáculos La República