Este 1 de noviembre presentará su espectáculo «Con nombre de mujer» en el Centro Cultural BOD.
Un nombre como ‘Evlin’ o es un error del registrador del turno o una decisión familiar firme. En el caso de Evlin Pérez, es lo segundo. La niña del odontólogo Jesús Pérez, debió ser odontóloga también, pero -como ella lo cuenta- salió corriendo de la carrera y cayó en los brazos de la publicidad. Muchos amores, desamores, alegrías y sinsabores la convirtieron en la Show Woman que este 1 de noviembre, se presentará en el Centro Cultural BOD con su espectáculo «Con nombre de mujer».
¿Su propuesta es solo para mujeres? No, es para todos, dice Evlin, quien asegura que su carrera «siempre ha estado en un escenario». Le echó pichón en España, tanto al trabajo como a la preparación, pero decidió regresar a Venezuela. Y no volvió derrotada. Por el contrario, lo hizo con el orgullo de ser una de esas venezolanas «todo terreno».
«Los venezolanos siempre buscamos más; por eso emprendemos, por eso tenemos tres trabajos. Soy 200.000% venezolana. En Madrid tenía un techo, yo sentía ese techo y en realidad tengo mucho que decir. En el fondo mi misión es despertarte, con la experiencia que he vivido te muestro cosas y ves qué te retumba», explica a Contrapunto.
«Los que saben cómo es mi trabajo saben que no es una cosa común: no es una conferencia, no es un show», adelanta. «Con nombre de mujer es un concierto, más concierto que show. La gente está acostumbrada a verme en monólogos musicales, porque además soy cantante. Hasta en las conferencias canto», cuenta entre risas.
Además de «moverles el piso» a quienes la vean, Evlin Pérez, quiere agradecer por su regreso a Venezuela.
-¿Qué agradece?
-Todo. La posibilidad que me ha dado el país para reencontrarme. Cuando te reencuentras con tu fuerza te encuentras contigo. La vida me mandó a volver a mí tierra. Para mí, regresar a Venezuela ha sido lo mejor que me ha pasado.
En su presentación de este 1 de noviembre va a cantar y a bailar, y a hacer terapia de grupo con su público. Quien esté en su órbita no quedará incólume.