Defensores del medioambiente pidieron ante un tribunal japonés que se ponga fin a la práctica de «pesca dirigida» de los delfines, que consideran cruel e ilegal
Los demandantes argumentaron ante el tribunal que el método de caza de delfines es cruel, y también que la captura de estos animales para la venta a acuarios no puede considerarse como una actividad cultural tradicional, declaró Kyoko Yoshida, quien representa a los defensores de los animales.
Según los demandantes, la acción legal, lanzada en febrero del 2019, constituye la primera contra la caza de los mamíferos marinos que practican en Taiji, región de Wakayama al oeste de Japón.
Asegura el cable de la agencia AFP que Taiji se volvió tristemente célebre cuando la «pesca dirigida» fue filmada en 2009 en el documental The Cove, obra que denuncia la caza de delfines practicada en ese puerto del sur de la isla de Honshu, filme que obtuvo un Óscar en 2010.
Refiere la información que los pescadores empujan a los delfines hacia una estrecha bahía, golpeando sus botes para desorientarlos. Los animales, en pánico, a menudo quedan atrapados en redes y mueren asfixiados y ahogados.
Los defensores de los animales afirman que algunos de estos mamíferos chocan violentamente contra las rocas y mueren a causa de sus heridas, mientras que otros son asesinados por los pescadores, quienes los empujan dándole muchas veces justo en los respiraderos con largos tubos de metal para dañarles la columna vertebral.
Los demandantes quieren que el gobernador de Wakayama revoque una licencia de pesca dirigida otorgada a Taiji por tres años.
Según AFP, un responsable de la prefectura de Wakayama se negó a hacer comentarios respecto a la práctica, entretanto, un representante de la Unión de Pescadores de Taiji indicó: «Nosotros cazamos los delfines desde hace décadas y no creo que hagamos nada que sea ilegal».
Los detractores de la matanza consideran que este método de caza viola la ley japonesa sobre el bienestar de los animales. «Muchos japoneses toman a los delfines por peces y creen que esta ley no aplica», explicó en febrero Ren Yabuki, jefe de una ONG ambientalista que presentó la demanda junto a un residente de Taiji que prefirió el anonimato.
En Japón defienden ferozmente la caza de ballenas y delfines, pero dichas prácticas suscitaron un revuelo en diciembre de 2018, con el anuncio de su retiro de la Comisión Internacional de Caza de Ballenas con el objetivo de reanudar esa actividad comercial a partir del próximo mes de julio del 2019.