Negación, culpa, depresión y adaptación son algunos de los caminos que se pueden tomar ante una cadena de crisis como las registradas en Venezuela. “La realidad es la realidad, y a veces nos toca asumirla para poder seguir adelante. Si nosotros la negamos, o no asumimos nuestra responsabilidad, no vamos a buscar las fortalezas», sostiene la experta en salud mental
Serena y de palabras medidas, la psiquiatra Maira Cortez tiene cómo hacer un mapa de lo que pasa con los venezolanos en una crisis que extiende sus brazos y que parece no cesar.
“Creo que nosotros estamos en una situación que se ha prolongado y que no podemos llamar crisis” porque “generalmente las crisis son eventos de corta duración” y en Venezuela “hemos pasado por varias crisis” y una profundización de la crisis económica, explica Cortez.
Como país, como grupo, como individuos estamos afectados.
“Hay varias formas de afrontar: Cada persona tiene sus características, y lo que determina que una persona o un grupo pueda salir de una crisis es la fortaleza que tenga de base que le permita hacerlo”, subraya. Como grupo “ya veníamos con debilidades por muchos periodos de crisis; volvíamos el equilibrio, de nuevo una crisis, pero eso afectó sobre todo a los sectores más vulnerables, y a instituciones importantes para afrontar la crisis”.
La salud mental siempre ha sido un área vulnerable en Venezuela, no asumida como prioridad, y ahora “se han venido afectando las instituciones que se dedican a la salud mental”.
Hay ciertas instituciones o grupos que tratan de ayudar a que se equilibre, “pero no es suficiente. Ha habido respuestas de ciertos grupos, privados y públicos, pero la respuesta es muy pobre para la demanda”, considera.
¿Cómo afrontamos la crisis? Puede haber negación: “Mucha gente se queda negando la realidad para poder sobrevivir”. Otros tienden a culpar, “no ven responsabilidad individual, sino que la culpa es de afuera”. Algunos dan “una respuesta muy depresiva, desesperanzada, y sienten que no pueden afrontar la situación”.
Pero también “hay una respuesta más adaptativa, que tiene que ver con asumir qué es lo que está pasando, evaluar fortalezas y ver cómo eso puede contribuir a salir de la situación”.
Como grupo, evalúa, “vemos de todo en Venezuela. Entre los que niegan y culpan muchos se han ido, y otros, reconociendo sus recursos, también deciden irse porque no aceptan la situación y prefieren usar sus recursos en otros medios”.
Lo mejor, expone la psiquiatra, es la adaptación, que no es resignarse. “La realidad es la realidad, y a veces nos toca asumirla para poder seguir adelante. Si nosotros la negamos, o no asumimos nuestra responsabilidad, no vamos a buscar las fortalezas. Aceptar la realidad permite ver qué tenemos para salir de la situación, innovar y crear cosa que puedan ayudar a enfrentar. Es la salida adaptativa”.
-¿Qué sería adaptarse?
-En primer lugar, aceptar la realidad. Buscar los recursos, porque siempre hay recursos. En un sistema siempre hay recursos que se pueden usar a favor. En la medida en que uno reconozca sus recursos, o dentro de los recursos que tiene buscar una nueva opción, o crear algo nuevo que no estaba antes, puede avanzar. Vernos hacia nosotros mismos puede ayudar a transformarnos, a reinventarnos.
-¿Qué recursos?
-Los recursos que podemos tener en nosotros: capacidad de aceptar la realidad y tolerar la frustración, inteligencia, la salud, la familia, la unión familiar, redes de amigos o personas que apoyan, otras instituciones que sirvan como red social y ayuden a que las personas no se sientan solas.
-¿Todos los tenemos?
-En general, sí. Por supuesto, hay poblaciones vulnerables, como niños, ancianos y poblaciones en situación de pobreza, que pueden tener estos recursos menguados. Todos tenemos algún recurso que nos puede ayudar a reinventarnos y a ser resilientes, a menos que estemos muy enfermos.
-¿Qué significa reinventarnos?
-Buscar otras salidas distintas a los caminos ya recorridos. Cuando uno tiene enfrente a una persona en situación de crisis, en primer lugar la invitas a hacer un inventario de los recursos que tiene para afrontar la situación. Si la persona está descompensada, hay que ayudarla a que emocionalmente vuelva a una situación que le permita ver la realidad y estar tranquila. Luego, ver con qué recursos cuenta, familiares, personales, la comunidad. Si anteriormente había estado haciendo algunas cosa, y por situación externa no le funciona, se la invita a ver qué de esos recursos que tiene la pueden ayudar a recorrer algún camino diferente.
-¿Cómo volvemos a vivir, no solo a sobrevivir?
-El concepto de felicidad suele interpretarse de muchas maneras, pero la felicidad tiene que ver con logros, con sensación de que tienes una misión de vida, algo más profundo que estar contento porque estás haciendo algo placentero. Hay distractores que son muy placenteros, y siempre tenemos que buscar placer. Cuando uno está muy atribulado le cuesta hacerlo, y si está deprimido, menos; pero tratar de buscar en tu cotidianidad un momento de placer ayuda. En la medida en que refuerces tus recursos, sientas que haces lo que debes hacer para estar bien, de esa manera uno puede estar feliz, aunque alrededor las cosas pueden no estar funcionando bien.
