«Lamentamos mucho los hechos sobrevenidos, donde hay unos acusando a otros, y otros acusando a los unos, que hayan puesto de lado este tema y otros temas importantes como el sector eléctrico», aseguró Torrealba
El dirigente chavista Francisco Torrealba aseguró desconocer a los presuntos involucrados en la trama de corrupción de las cajas CLAP, Alex Saab y Carlos Lizcano, al ser consultado sobre a conocer a los mencionados señaló: «No, no los conozco».
Torrealba dio estas declaraciones momentos antes de ingresar al Palacio Federal Legislativo para la sesión ordinaria de este martes 3 de diciembre.
«Aquí está el bloque de la Patria que viene a cumplir con su deber, con los acuerdos de la Mesa de Diálogo Nacional, de avanzar en los procesos de negociación y en todo lo que sea posible como continuar la escogencia de los rectores del CNE (…) Lamentamos mucho los hechos sobrevenidos, donde hay unos acusando a otros, y otros acusando a los unos, que hayan puesto de lado este tema y otros temas importantes como el sector eléctrico», dijo.
Aunque fue consultado en reiteradas oportunidades sobre la posibilidad de abrir una investigación sobre los alimentos financiados por el Gobierno de Nicolás Maduro, evitó responder y reafirmó su denuncia acerca del pago indiscriminado que reciben algunos parlamentarios de la oposición.
«Lo que hemos denunciado una y otra vez que aquí hay mucha gente que está recibiendo millones de dólares y se lo dividen, algunos le dan $ 50 y a otros apenas le dan $ 250, mientras tanto hay caravanas de carros blindados para el diputado Guaidó, aviones privados y exilios dorados para Julio Borges y otros diputados», aseveró.
Torrealba solicitó que estos diputados investigados se separen de su cargo y que se permita una investigación porque «sería muy extraño ahora, después de todo lo que han dicho salgan a autoinvestigarse» y recomendó que un ente independiente realice a las averiguaciones pertinentes.
Finalmente, reiteró que en «EEUU más temprano que tarde tendrán que rendir cuentas de esos millones y millones de dólares de los impuestos de los ciudadanos estadounidenses».