El cantante mencionó que a los 17 años se fue a estudiar en Oklahoma y la rectora de su escuela, Pamela Dixon, con quien vivía, lo secuestró. Ella le prohibió hablar con su familia en Colombia, quitándole el Internet
J. Balvin habló de un oscuro capítulo en su vida. El cantante colombiano reveló que fue «secuestrado» en Oklahoma cuando era un estudiante, antes de ser famoso. En el podcast Los hombres sí lloran del actor Juan Pablo Raba, el reguetonero recordó esta traumática vivencia.
«Me secuestraron en Oklahoma», dijo José Álvaro Osorio Balvin. «Yo me fui de intercambio a los 17», contó J Balvin, de 39 años, que no sabía inglés en ese entonces. Además de ser víctima de «racismo» y bullying de otros estudiantes, dice que la rectora de su escuela, Pamela Dixon, con quien vivía, lo secuestró. Ella le prohibió hablar con su familia en Colombia, quitándole el Internet. «Yo recibía las llamadas de mi papá cada semana. De un momento a otro, un mes mis papás no aparecían, dos meses». contó J Balvin, que no tenía manera de escribirles o llamarlos.
«Ahí fue mi primer ataque de ansiedad y depresión», recuerda, al sentirse aislado. Dijo que cuando fue a buscar su pasaporte, «la mochila no estaba» y ella no le quería dar sus documentos. «Ahí me explotó más esa ansiedad, era un infierno». recuerda.
J. Balvin dijo que llamó al alguacil del pueblo, que fue a la casa, pero resultó ser un amigo de Pamela. «Es una película de terror», dijo el cantante. Logró escapar cuando lo invitaron a competir en unas olimpiadas de matemáticas en una universidad cercana. Le pidió a alguien un teléfono celular y con una tarjeta prepagada pudo llamar a Colombia, contándole a su padre que estaba secuestrado. Le escribió a Diego, un amigo que estaba estudiando en Oklahoma para que lo ayudara. «Tenía pesadillas con la señora todo el tiempo», recuerda.
Si bien pensó en regresar con su familia a Medellín, decidió irse con una tía a Nueva York. «Fue la ciudad que sacó de un momento muy difícil y me hizo soñar», cuenta sobre la Gran Manzana. Sus primos lo llevaron a Times Square y dice que lloró de emoción. «Me reitera que yo quiero ser artista», dice sobre Manhatan. El cantante hoy vive feliz junto a su pareja, la modelo argentina Valentina Ferrer, y su hijo Río.
