La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) subrayó este jueves que los migrantes constituyen «una contribución al crecimiento económico» para los países miembros en los que trabajan, que tienen unas necesidades «estructurales» de mano de obra, y que esa aportación la hacen «si están plenamente integrados».
En la presentación este 14 de noviembre a la prensa del informe anual sobre migraciones internacionales, el director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE, Stefano Scarpetta, subrayó que los países miembros con carácter general tienen un problema de escasez de mano de obra al que responden los migrantes.
«No tenemos una evidencia precisa sobre el diferencial de crecimiento que podríamos tener si no hubiera flujos migratorios», admitió al ser preguntado sobre si el buen comportamiento de la economía española se debe, en parte, a una aportación particularmente fuerte de los migrantes que se han incorporado al mercado laboral.
No obstante, Scarpetta añadió que la elevada tasa de empleo de los migrantes en casi todos los países miembros muestra que «son una contribución al crecimiento económico».
Además, insistió en la importancia de su integración social y laboral para maximizar el beneficio económico.
«Los migrantes no solo pueden tener un papel (en el crecimiento), sino que tienen un papel, sobre todo, si están plenamente integrados, si se reconocen sus competencias en el mercado de trabajo», resumió.
Por su parte, la ministra española de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que también participó en la presentación en línea del estudio, aseguró por su parte que «es muy importante la contribución de los migrantes, de las personas extranjeras, en nuestra economía».
En concreto, precisó que de los más de 21 millones de afiliados que hay ahora en la Seguridad Social en España, 13% son extranjeros, 16% en el caso de los autónomos, y que unos y otros aportan el 10% de los ingresos de la Seguridad Social, pero solo el 1% del gasto.
Saiz se refirió, por otro lado, a diversos estudios que cifran en 250.000 anuales los migrantes que España va a necesitar incorporar de aquí a 2050 para el sostenimiento del Estado del Bienestar, teniendo en cuenta la estructura demográfica y el envejecimiento de la población.
En un discurso previo, la ministra había asegurado que «la contribución de las trabajadoras y los trabajadores migrantes es indispensable para el crecimiento económico sostenible y para el desarrollo social».
Por eso, justificó la política del Gobierno español para reforzar «las vías de migración legal y segura» con el nuevo reglamento que debe publicarse próximamente, que -insistió- «favorece las vías de migración ordenada y regular».
«El Gobierno de España -argumentó- es plenamente consciente de que la migración es una oportunidad» y por eso trabaja en un marco reglamentario que ofrezca «seguridad jurídica», tanto a las empresas como a los migrantes para facilitarles la inserción «en el mercado laboral y en la sociedad española, con el mayor respeto de los derechos humanos».
EFE
