Un grupo de madres, padres y representantes se concentraron en las adyacencias de la sede de las Naciones Unidas en Caracas con la finalidad de introducir un documento en Unicef para pedir ayuda e intercedan en la liberación de los niños y adolescentes que fueron detenidos tras las protestas poselectorales del 28 de julio.
La madre de Ángel Moisés Ramírez, un chico de 16 años, pidió a las autoridades venezolanas que liberen a los cientos de niños y jóvenes que fueron detenidos «ellos son inocentes. Esa no es la manera».
Nérida Ruiz comenta que este jueves su hijo cumplirá 17 años y que la pena que puede purgar en la cárcel llegaría hasta 10 años. «A mi hijo le están imputando terrorismo, incitación al odio, asociación para delinquir, resistencia a la autoridad y hurto».
A la familia de Ramírez no le dejaron contar con un abogado privado y de confianza, solo un defensor público designado por las autoridades. Con respecto al jurista que tiene el caso de su hijo, Ruiz dice afligida «es lo que tenemos hasta el momento».
Además, comenta que el miércoles 16 de octubre le hicieron las preliminares y pasará a juicio, noticia que le cayó muy mal al joven que estudia sexto año de contabilidad en un liceo técnico. «Él está muy triste porque tenía la esperanza de salir el miércoles en la preliminar porque como no tiene nada que ver, pero como le digo tengamos fe en Dios que algo puede pasar y pronto va a salir de allá».
Ramírez se encuentra detenido en la Casa de Justicia 431, en El Cementerio, y sus familiares lo visitan dos veces a la semana. «Mi día a día ahorita es fuerte. Yo tengo un bebé pequeño, tuve que pedir vacaciones en mi trabajo. Gracias a Dios mi jefe me dio permiso. Ángel era mi apoyo, pues me ayudaba con todo mientras yo trabajaba. Él iba a clase, me cuidaba el niño, me ayudaba con los quehaceres del hogar. Además, esto también genera un gasto que uno si no tiene trabajo es un poco difícil de solventar».
Por su parte, Katerin Martínez comentó a los medios presentes que su hija estudia para ser modelo profesional y antes de ser detenida quería ser abogada. «Es una adolescente de 17 años y se llama Irene Corrado. Fue detenida el 4 de agosto. Llegó una citación para mi esposo, acudimos los tres y luego la dejaron a ella porque estaba en un grupo de whatsApp, en el que una señora denunció por sentirse amenazada. La situación es que hay una persona que denuncia al grupo donde dice que se siente amenazada, que le mandaron una cantidad de mensajes (…) a nosotros nos han mostrado el expediente ni nada».
«A mi hija le imputan el delito de incitación al odio, a otras personas le imputan más cargo y me dijeron que ese delito es para 10 años», dijo.
Comentó que su hija está detenida en la sede del CICPC y tiene un soplo en el corazón, que no requiere medicamentos, pero que si debe estar tranquila. «Yo hablé con ella el jueves y me dijo que en las noches sentía que el corazón se le iba a salir por la boca. Yo asumo que es eso».