Aunque en 2023 algunos expertos veían poco probable que la flexibilización de sanciones se revirtiera, el descontento de las autoridades estadounidenses que sostienen que el gobierno venezolano ha irrespetado puntos clave de los acuerdos de Barbados parece indicar que la Licencia General 44 podría revocarse esta semana
A escasos tres días del vencimiento del período de flexibilización limitada de algunas sanciones impuestas a la industria petrolera y gasífera que pesan sobre Venezuela desde el año 2019, las empresas energéticas transnacionales que firmaron acuerdos productivos con el país desde hace casi seis meses continúan produciendo, a la espera de la decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre mantener, o no, la relajación de dichas medidas.
El 18 de octubre de 2023, tras la firma de acuerdos en Barbados, el Gobierno de EEUU tomó la decisión de emitir la licencia general nº 44, autorizando por un período de 6 meses todas las transacciones antes prohibidas con la estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa) y sus filiales relativas a las operaciones de gas y petróleo en el país, motivando a algunas empresas energéticas internacionales a voltear nuevamente la mirada hacia Venezuela.
En los meses que siguieron, al menos cinco compañías internacionales firmaron acuerdos de reactivación de empresas mixtas, relaciones comerciales y financieras, exportación e incrementos productivos, mientras que otras aún se mantenían evaluando futuros acuerdos. Con ello, Venezuela observó un cierre del 2023 con grandes expectativas para el año venidero:
- Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB): La primera de las compañías que dio el paso tras el anuncio del Tesoro estadounidense fue la boliviana YPFB, que a mediados de octubre firmó, junto a Pdvsa, un acuerdo de inversión para explotación de hidrocarburos.
Según reseñó Bloomberg en Línea, el acuerdo se formalizó a través de las subsidiarias YPFB Andina S.A. y YPFB Chaco S.A., y su objetivo es elaborar estudios y proyectos de exploración, explotación y refinación de los hidrocarburos líquidos y gaseosos, así como fortalecer la industrialización del gas y petróleo con la petroquímica.
- Maurel & Prom: Esta compañía fue la segunda en establecer acuerdos con Venezuela, anunciando en noviembre «la plena reanudación» de sus operaciones en el país.
Según expresa un comunicado de prensa emitido entonces, el acuerdo tenía como objetivo incrementar la producción en PetroRegional del Lago (PRDL), empresa mixta responsable de la explotación del campo Urdaneta Oeste, ubicado en el Lago de Maracaibo.
Aunque los pasivos de Pdvsa con la petrolera francesa rondan los 900 millones de dólares, a la fecha, aún se desconocen las especificaciones del acuerdo por su carácter de confidencialidad.
- Repsol: El 18 de diciembre, Pdvsa y la española Repsol firmaron un acuerdo que modificaría los términos de proyectos en el país, a fin de reimpulsar la producción petrolera y gasífera, específicamente en la empresa mixta Petroquiriquire y sus siete anexos.
La deuda venezolana con la empresa española asciende a $340 millones, de acuerdo con datos proporcionados por la empresa a la AFP. Sin embargo, los detalles de este acuerdo también se mantuvieron reservados para los firmantes e involucrados en las negociaciones.
- Refinería di Korsou: El convenio establece los acuerdos generales para el restablecimiento de las operaciones comerciales y financieras entre ambas estatales petroleras, sabiendo que Pdvsa adeuda 450 millones de dólares a la empresa curazoleña.
Los elementos clave del acuerdo incluyen el intercambio de petróleo por deuda, a fin de aliviar tensiones financieras y fortalecer la cooperación energética entre ambas naciones. Asimismo, la compañía venezolana también asumió compromisos laborales, incluidas indemnizaciones y pensiones para los empleados de la refinería.
El acuerdo también plantea la posibilidad de construir un gasoducto que conecte a Venezuela y Curazao, con el que se espera transformar la matriz energética de la Refinería Isla hacia el gas, garantizando un suministro constante y reduciendo significativamente las emisiones de dióxido de azufre.
- Shell: Luego de meses de negociaciones, en diciembre de 2023 los gobiernos de Venezuela y Trinidad y Tobago firmaron un acuerdo para la explotación y exportación de gas en Campo Dragón, ubicado en el Golfo de Paria -en aguas territoriales venezolanas-, un proyecto acordado en 2018 y paralizado tanto por la crisis económica del país como por la imposición de las sanciones internacionales.
El acuerdo involucra a Pdvsa, Shell y a la Compañía Nacional de Gas (NGC) de la isla caribeña, permitiendo a estas compañías producir gas natural frente a la costa venezolana durante 30 años.
Además de mantenerse a la expectativa de cara a las decisiones que pueda tomar el gobierno de Joe Biden el próximo 18 de abril, las compañías que operan en Venezuela bajo licencias comparten otro elemento en común: mantienen bajo perfil los detalles de los acuerdos, así como sus niveles de producción.
Hace cuatro años, el gobierno venezolano aprobó la Ley Antibloqueo, que -entre otras medidas- permite al Estado reservar los detalles y nombres de las empresas involucradas en sus operaciones energéticas.
Efecto Chevron
La estadounidense Chevron, por su parte, no ha detenido sus operaciones desde que en noviembre de 2022 el Departamento del Tesoro de EEUU, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) emitió la Licencia General 41 sobre Venezuela, con la que autorizó a la empresa estadounidense a reanudar operaciones limitadas de extracción de recursos naturales en Venezuela. Esta medida sería renovada en mayo de 2023 por seis meses adicionales y las operaciones se ampliarían en octubre del mismo año, tras la emisión de la licencia general 44.
En coherencia con el portal Más Energía, durante una conferencia sobre resultados del primer año de operaciones, realizada en octubre de 2023, el CEO de Chevron, Mike Wirth, había manifestado que la producción en el país había alcanzado «alrededor de 130.000 barriles diarios (b/d)», aunque la compañía apuntaba a «150.000 b/d aproximadamente» para fin de año, meta que logró alcanzar un mes más tarde.
Entretanto, a principios de abril del año en curso Chevron junto a Petroindependencia, empresa mixta de Pdvsa, activó el primer pozo de nueva generación, de los 17 que tiene previsto instalar este año, como parte del ‘Plan de Perforación 2024’, cuya finalidad persigue aumentar la producción de crudo venezolano en 35% para 2025, de acuerdo con un reporte de Bloomberg.
¿Continuidad de la LG 44?
Aunque en 2023 algunos expertos veían poco probable que la flexibilización de sanciones se revirtiera, debido a la crisis energética producida tras la guerra entre Rusia y Ucrania, las tensiones políticas en el país se endurecieron luego de que se mantuviera la inhabilitación política de algunos aspirantes de la oposición venezolana, entre los que se encuentra María Corina Machado, quien no pudo postularse ante el Consejo Nacional Electoral como candidata a la presidencia de Venezuela.
Esta situación, entre otras «irregularidades» relacionadas con el proceso preelectoral de Venezuela, causaron descontento a las autoridades estadounidenses que sostienen que la Administración Maduro ha irrespetado puntos clave del acuerdo de Barbados, como la libertad de los aspirantes a postularse, además de la inadecuada ejecución de procesos para garantizar la actualización del padrón electoral.
Frente a este panorama, el economista especializado en hidrocarburos Rafael Quiroz Serrano considera que el panorama de sanciones volverá a lo que fueron hace 6 meses, antes del establecimiento de la Licencia General 44.
«Creo que hay descontento por parte del Gobierno americano, no están complacidos para nada y, por supuesto, me da la impresión de que el Gobierno venezolano no ha hecho ningún esfuerzo por tratar de aparentar, ni siquiera, el cumplimiento de los acuerdos de Barbados», detalló para Contrapunto.
Por su parte, a principios de año, el también economista y experto en temas petroleros, Francisco Monaldi, indicó a través de sus redes sociales que aunque el gobierno de EEUU decida recrudecer nuevamente el panorama sancionatorio de Venezuela, parece «improbable» que suspenda la autorización petrolera a Chevron, Repsol, Maurel & Prom, y la gasífera a Shell con Trinidad y Tobago.
No obstante, aclaró que de igual modo «el costo para Pdvsa sería importante», considerando que se volverían a incrementar las ventas con descuentos y las dificultades de cobro al momento de comercializar el crudo nacional.
