Una piscina -la del Hotel Antigua Misión- en la que te sumerges hasta las 12 de la noche y puedes amanecer escuchando el llamado de los araguatos. Un recorrido por fincas productoras de café con actividades de ecoturismo. La tumba de Milla, el milagrero. Una cena de degustación nocturna al aire libre. Hay miles de razones para visitar Yaracuy y la Corporación Yaracuyana de Turismo quiere mostrarlas
Una pregunta muy pragmática: ¿Por qué ir a Yaracuy si no tiene playas como las de Falcón o Sucre, un lago como Zulia o un Salto Ángel como el de Bolívar? La respuesta es igual de pragmática: porque es mucho más que la inmensa montaña verde donde, según sus devotos, María Lionza hace «un milagrito». Un periodista, Francisco Cáceres, retó al gobernador yaracuyano, Julio León Heredia, sobre las bondades de su tierra; y la respuesta fue un viaje -organizado por la periodista Esther Quiaro- con un grupo de reporteros para mostrarles al menos una de las 10 rutas que la Corporación Yaracuyana de Turismo espera certificar con el Ministerio de Turismo: la Ruta Aromas del Café Yaracuyano.
«Desde Yaracuy nuestro principal definitivamente es el turismo verde, el turismo de naturaleza. Según referencias nacionales e internacionales somos el estado más verde de Venezuela», certifica Owsdarly Betancourt, presidenta de la corporación. Este recorrido ratificó que su palabra era cierta. «Estamos enfocados en promocionar nuestros atractivos turísticos de aventura, de montaña».
La aventura comenzó en Caracas el viernes 18 de agosto, en un vehículo contratado por la Gobernación. Cuatro horas después la mayor sorpresa fue encontrarse con un lugar hermoso y excepcional: el Hotel Antigua Misión, ubicado dentro del Parque de la Exótica Flora Tropical La Misión Nuestra Señora del Carmen.
Aquí te enteras de que la historia es al revés: primero nació el parque botánico de 10 hectáreas (hace 26 años), y después, el hotel (hace 15 años), como lo explica la gerente Rosángeles Romero. Si es verdad que los lugares son su gente, el hotel es mucho de la mirada y la dedicación de Rosángeles. También mucho de este esfuerzo por visibilizar todo lo que Yaracuy tiene para compartir hay que reconocerlo en Izmir Barreto, secretaria de comunicación de la gobernación yaracuyana.
Primera sorpresa: En su piscina te puedes bañar hasta la medianoche en un agua de temperatura tan agradable que no provoca salir. Segunda sorpresa: ocurre al amanecer del día siguiente, cuando abandonas una habitación tan confortable que no provoca salir de ella, y escuchas un sonido que no logras identificar: son los araguatos, los «monos aulladores de los manglares», que amanecen de fiesta y saltando de rama en rama.
El hotel se encuentra en la mitad de la selva: el tránsito entre una sección y otra se hace por caminerías que guardan los secretos de la naturaleza virgen.
Después del desayuno -incluido en la tarifa- puedes explorar lo que de noche no viste. Por ejemplo, la capilla en la que parejas se casan, familias celebran votos de unión y se festejan otros acontecimientos.
El San Antonio tiene un lugar especial en esta capilla.
En el museo del hotel se exhiben algunos objetos encontrados en esta tierra, como espadas y herramientas. Igualmente se muestran elementos de la práctica religiosa de los capuchinos.
Luego de encontrarte con el pasado religioso de esta zona puedes disfrutar de un recorrido rápido por el Parque de la Exótica Flora Tropical. Rápido significa que te trasladas en los vehículos eléctricos y por la ruta más corta (porque la larga es de 4,5 kilómetros). Esta vez fue Valeria, una de las guías, la responsable del paseo.
Pero siempre debes guardar el tiempo necesario para encontrarte con El Abuelo: una ceiba de más de 600 años de edad, como lo garantiza Rosángeles. Abrazar el árbol, que ha sido testigo de tantas cosas y siempre se ha mantenido de pie, es una experiencia que vale la pena vivir.
Con los ojos llenos de los árboles del parque te preparas para otra aventura. En vehículos 4X4 te trasladas a Cocorote, a la montaña de Milla. Si crees que solo en Sorte hay historias mágicas es que necesitas darte un baño de verde en estas tierras. Anthony Mendoza, guía de Coryatur, detalla todo lo que se puede hacer en un día o en un fin de semana, incluido barranquismo, trekking y más.
A una altura de casi 1.500 metros sobre el nivel del mar se encuentra la posada El balcón de Yaracuy, lista para recibir grupos de entre cuatro y 15 personas en sus siete habitaciones.
Aquí puedes quedarte un día, dos o los que desees. Difícilmente te cansarás de tanta naturaleza.
No cuesta mucho imaginarse días apacibles en este espacio sobre el cual también se han tejido leyendas; una de ellas asegura que el cantante Phil Collins pasó una temporada entre sus colores.
Un guía de naturaleza como Richard Gutiérrez, que organiza paseos y enseña los secretos de la montaña, te convence de que Yaracuy es el estado «de los mil verdes». Con su emprendimiento, Miyaventura, ofrece senderismo hacia la cascada Arco Iris y travesías de montaña.
Richard Gutiérrez, técnico en computación, tenía un cibercafé y era miembro de un grupo de scout, pero la época dura entre 2015 y 2020 lo obligó a cambiar su hobby por su profesión. Se define como defensor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Está tan enamorado del verde yaracuyano, que dice que espera tener la bendición de morir en la montaña.
Después de la parrilla del almuerzo continúa el recorrido hacia la cima de la montaña. Tres cruces en un recodo del camino se convierten en parada obligada. Otras historias se tejen alrededor de ellas.
Haya sido culpable un animal o un maleante, allí están las tres cruces, así como un Jesucristo dibujado en la pared amarilla.
Más arriba se llega a otro de los sitios que convierten a Yaracuy en un estado de mitos y leyendas: la tumba de Juan Milla, que es un lugar de culto.
Hay, también, una capilla construida por uno de los agradecidos devotos de Milla: Martín Sánchez. Milla, un soldado que se escondió y murió en la montaña, concede favores a quienes le ruegan con fe. En su tumba hay velas, vasitos con café y otras bebidas, relata Niober Silva, guía turístico de El balcón de Yaracuy.
Inicias el descenso para encontrarte con la hacienda Carricillal, donde Argenis Torres, médico, hijo del dueño y responsable de los nuevos proyectos, te recibe con una taza de café y su mejor sonrisa.
Torres convierte en palabras el esfuerzo que están haciendo para mantener el café y el ecoturismo con actividades como senderismo, trekking, canyoning y, próximamente, un parque aéreo.
Al regreso de la cascada, donde puedes untarte con barro y darte un baño en aguas cristalinas, Argenis te ofrecerá más café y pan dulce.
Sigues descendiendo por la montaña. Y si todo lo que has visto no es suficiente, al llegar a la hacienda La Pantalla comprobarás que te falta mucho por disfrutar.
Y también entenderás por qué Sergio Silva, su propietario, dejó atrás su vida en los Altos Mirandinos y se mudó a este pedacito de cielo. «Aquí me quedo», confirma.
Silva explica que ofrecen alimentos, bebidas y acampada las 24 horas.
Regreso al hotel. Un baño rápido, incluidos 20 minutos en la piscina, te prepara para otra sorpresa del viaje. Sí, en Yaracuy hay una movida gastronómica que trata de afianzarse en sus productos, como el cacao, y que ha sido promovida por las autoridades. Ese 19 de agosto podías compartir el Cacao Affair, una cena en ocho tiempos a cargo de los chef Jesús Gil y Emerson Freitez y que se hizo en el bar & lounge Caimán Parao, de la posada La Cocorota.
Alfredo Estevez, de 20/20 Chocolates, instó a los asistentes a vivir la experiencia de sabores, olores y sonidos.
Gil puntualizó que el inicio era una sorpresa de Estévez: Tesorito, un cofre de cacao y sal. «Disfruten. La tarea que tenemos es disfrutar: nosotros haciendo, y ustedes, degustando».
Al final de los ocho tiempos irrumpieron los aplausos y la promesa de continuar haciendo de Yaracuy un sitio al cual volver para disfrutar de los sabores.
Otro amanecer en el hotel Antigua Misión. Otra mañana con el llamado de los araguatos. Un nuevo paseo, más largo, por el parque; esta vez, con la propia Rosángeles al mando del recorrido y del relato.
En el parque hay flamencos que conservan su color rosado y que se alejan si los sacan de la zona de confort de su alimentación. La exótica flora tropical es, también, la fauna que allí reside.
Después del paseo, si es tu gusto, puedes asistir a la misa que, todos los domingos, se oficia a las 11:30 am en la capilla del hotel.
Este 22 y 23 de septiembre se realizará la Expo Ecoturismo y Aventura 2023, una exposición nacional con Yaracuy como sede y el Hotel Antigua Misión como espacio elegido para los estands, conversaciones y exhibiciones. «Vamos a mostrar lo que teníamos tradicionalmente, y vamos a mostrar otras cosas, como nuestros dos despegaderos validados de parapentes (en Bruzual y en Nirgua), desde donde vuelan equipos privados», apunta Owsdarly Betancourt. En el embalse Cumaripa, del que están muy orgullosos, se realizan prácticas acuáticas.
«El gobernador ha llevado a cabo el programa Senderos Mágicos, para que en cada uno de los 14 municipios tengamos senderos activos y validados por el Ministerio de Turismo y el Ministerio de Ecosocialismo», amplía Betancourt.
Una parte de tu corazón, después de este recorrido, seguro se quedó en Yaracuy, el estado que es mucho más que la verde montaña de Sorte. Y todavía queda mucho por transitar entre sus hojas y caminos.
