El Gobierno francés ha tomado la decisión de controlar el turismo masivo, al considerar que el exceso de visitantes no siempre deja una gran cantidad de ingresos y se convierte en una amenaza para el medioambiente.
Ante esa situación, el ejecutivo francés optó tomar acciones para diversificar destinos y temporadas, especialmente con el comienzo del verano que incrementa la preocupación del aumento de la masa turística en el país.
Un ejemplo de ello es el caso de las playas de Étretat en Normandía, ícono del turismo en la nación europea, gracias a sus acantilados sorprendentes que atraen a miles de personas, muchas de ellas solo van de paso, y suponen una amenaza para el ecosistema del lugar.
«Hay un millón y medio de visitantes al año De ellos, ochocientos mil son excursionistas. Personas que solo vienen un día y no pernoctan. Queremos cambiarlo y que la gente también venga en invierno, que se reparta”, comentó Shaï Mallet, de la asociación Étretat Demain.
Inclusión de influencers
El Gobierno francés presentó un plan para el control del turismo excesivo en lugares históricos, como el monte Saint Michel la isla de Brehat, en Bretaña, o el Parque Nacional de Calanques, en la Costa Azul.
Se creará un grupo de monitorización para identificar los sitios en peligro y a establecer estrategias para aumentar las visitas fuera de temporada.
También se piensa reclutar a «influencers» de las redes sociales para que muestren a sus seguidores destinos menos trillados, dado que en la actualidad, 80% del turismo francés se concentra en solo 20% del territorio, con París como protagonista.