Su objetivo fundamental es lograr la paz con el Ejército de Liberación Nacional para llevarse eso en su haber de presidente, eso pasa por incluir a Maduro en las negociaciones y de ahí el interés en Venezuela, pero como en otros asuntos el gobierno colombiano se está enredando, acota el historiador y analista político
Gustavo Petro sabe lo que quiere hacer, lo que no sabe es cómo lograrlo, dice el historiador y analista político Pedro Benítez, al ser consultado en cuanto a los objetivos del mandatario colombiano para convocar a la reunión de países que se llevará a cabo el próximo 25 de abril en Bogotá.
Uno de los objetivos de Petro es lograr la paz con el Ejército de Liberación Nacional y este grupo guerrillero tiene buenas relaciones con la administración de Nicolás Maduro, por lo que el mandatario venezolano puede contribuir a lograr un acuerdo entre las partes colombianas, considera Benítez, quien cree que Petro, a quien su periódo presidencial se le termina en el 2026 quiere llevarse en su haber la pacificación de Colombia.
Ese objetivo explica la participación de algunas personas que fueron funcionarios del gobierno de Juan Manuel Santos en la administración de Petro, como el presidente del Congreso de Colombia, Roy Barreras, o el embajador de Bogotá en Venezuela, Armando Benedetti, “quien ha demostrado que no es un diplomático, pero Benedetti es Petro”.
La participación de Maduro en esos posibles acuerdos también pasa porque Miraflores normalice sus relaciones con el mundo, lo que los lleva a coincidir con la administración de Joe Biden, “que también tiene sus propios propósitos” y con Luis Inacio Da Silva, Lula, que está llegando al poder en Brasil. Petro tiene una agenda internacional “ambiciosa y, entre otras cosas ellos quieren jugar en resolver el problema venezolano, lo que pasa por la realización de unas elecciones el año que viene que sean reconocidas por la comunidad internacional”.
Lo anterior, estima Benítez, los lleva a coincidir con el proceso que se viene desarrollando en México, además de tratar el tema de la frontera entre Colombia y Venezuela y el comercio bilateral entre ambos países.
En el tema migratorio, el gobierno de Petro parece no tener el mismo interés que mostró su predecesor Iván Duque. “Su objetivo es la paz con el ELN y para ello quiere traer a Maduro al eje de las democracias”.
Está claro para Benítez que sin la participación de Estados Unidos las reuniones que han venido anunciando desde Bogotá no tienen mucho futuro, pues son los que tienen el poder para “poner o quitar sanciones”, por lo que la participación de Estados Unidos es fundamental, lo que todavía no está claramente decidido.
Pa´ lante y pa´ trás
La impresión que tiene Benítez es que, como otras cosas de la administración de Petro, van para atrás y para adelante, en este gobierno de Colombia se “enredan las cosas».
«Arranca muy bien. Por ejemplo arrancó armando una super mayoría en el Congreso y en el camino se enredó, lo mismo le pasó con el tema de la salud, o con el de la minería y el petróleo. Tengo la impresión que se está enredando aquí también”, sostiene Benítez.
Insiste en que no ve claro cómo quiere hacer las cosas la administración de Petro: «No sé sabe si quiere acelerar el proceso de México, si lo que quiere es montar otra cosa. Hemos estado viendo declaraciones contradictorias. Si va o no va la oposición, quiénes de la oposición van. Cada gente que se mete en el tema venezolano cree que tiene la solución a la primera vuelta y se da cuenta que esto es mucho más enredado de lo que parecía”.
Otro punto que asoma Benítez son los conflictos que hay dentro del gobierno de Maduro, los cuales también dificultan que se alcancen acuerdos. “A mí me parece que la tranca está en el gobierno de Maduro. Allí hay agendas cruzadas y no todo el mundo tiene el poder para imponérselas a los demás y, evidentemente, hay un sector que no quiere ponerse de acuerdo con la oposición venezolana”.
El gobierno de Maduro necesita normalizar sus relaciones internacionales, prosigue Benítez, quien observa que tienen muchos intereses en que se les levanten las sanciones personales, pero lo que ocurre en Venezuela es “impresentable ante la comunidad internacional, y no dan los pasos necesarios para mejorar la situación, no liberan presos políticos, por ejemplo».
«Siguen atrapados en la misma retórica. Jorge Rodríguez, quien se supone encabeza la política de normalizar las relaciones internacionales llamó bastardos a los integrantes de la oposición», destaca Benítez en su análisis.