Resolver la inseguridad jurídica, parar «la mercadería de la tierra», garantizar la gasolina y el gasoil y ponerles un freno a las «alcabalas» son algunas de las medidas que solicita el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos. Reitera que están dispuestos a importar directamente el combustible: «Si lo compramos en los mercados negros por supuesto que estamos dispuestos a buscarlo en dondequiera porque queremos producir, nos quedamos en el país y tenemos un compromiso con Venezuela»
La palabra diálogo es, para los ganaderos venezolanos, un término que sigue flotando en el aire y que no se convierte en hechos. El intercambio de criterios con el gobierno de Nicolás Maduro ha existido, pero no se pasa a medidas concretas, expone Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga).
«Tenemos una necesidad de crecer en el campo y realzar el potencial que tiene el sector pecuario en el país. La tierra que tiene Venezuela necesita que se produzcan alimentos. El diálogo de la Casa Blanca a Miraflores me parece una muy buena señal, que venimos practicando los venezolanos», señala Chacín en entrevista con el programa Con tres puntos de contrapunto.com. «Hay problemas graves en el país: problemas económicos, problemas sociales y problemas políticos. Nosotros estamos abocados al tema de la producción de alimentos, realzar la economía y tratar de solucionar algunos problemas sociales que están en la parte rural».
-¿Qué pondrían en la mesa?
-Nosotros planteamos que haya respuestas. Nos han escuchado, hemos hablado con respeto, hemos tocado todos los temas, tienen el diagnóstico, tenemos las soluciones, pero no llegan. Y ese es el llamado que nosotros debemos hacer al ejecutivo nacional, a quien pueda solucionar los temas que hemos puesto en la mesa para que, de una u otra forma, nos entreguen las respuestas y los elementos para que nosotros podamos salir al campo y devolverlo en alimentos.
El primer problema que expone es la inseguridad jurídica: «La inseguridad jurídica persiste. Se ha vuelto a reactivar la mercadería de la tierra, al menos, en el estado Barinas. Hemos visto nuevamente invasiones». También «hemos visto con preocupación el desacato de las órdenes de desalojo de las unidades de producción; no hay quien las ejecute». Le correspondería al Ministerio público, a la Guardia Nacional. «Ya hay una orden, pero no se cumple, y eso no construye el puente de la confianza que hace falta para que entren inversiones al país y para que entren otros sectores a producir».
Todavía «siguen algunos grupos, mercaderes de la tierra, que son los mismos que están en un lado» y se valen «del trabajo que hace la primera avanzada que pasa a otra unidad de producción, vuelve a invadir y es el cuento de nunca acabar. Venezuela tiene tierras para producir, suficiente para todos; pero queremos lo que está más a la mano, que costó años de generación en generación». En el país, calcula, hay 30 millones de hectáreas para producir alimentos, de las cuales hay 9 millones ocupadas: «Hay 21 millones de hectáreas para que produzca todo el que quiera producir y sin invadir a nadie».
En los años 90 «producíamos 95% de la carne de consumo, con un consumo per cápita aproximado de 65 kilos de las cuatro especies», contrastó. Hoy «estamos en 40%, y el consumo per cápita de las cuatro especies está entre 25 y 30 kilos» por «no tomar los correctivos» para políticas erradas.
El segundo problema que plantea Chacín es el acceso al combustible. «Seguimos peleando por el combustible. Entendemos que ha mejorado, pero pongo un solo caso: en Bolívar los productores agropecuarios tienen más de mes y medio sin que se les surta gasoil, pero todo el sector está pasando a las minas. Un sector económico de Bolívar, de una tierra tan vasta como ese estado, está solamente surtiéndose de gasoil, y los demás sectores van a desaparecer si no son surtidos. Hay que hacer un llamado a las autoridades para que se aboquen a la investigación y saber por qué solamente se está surtiendo a un sector, cuando la orden desde Miraflores es que se surta a todos los sectores, sobre todo a los priorizados».
Aunque el presidente de Fedenaga afirma entender «que la minería hace falta en el país, entiendo que de una u otra forma está legalizada, pero también debemos entender que no nos podemos comer un lingote de oro y que el estado Bolívar no puede subsistir sin producir alimentos».
El problema no se limita a Bolívar. «En Zulia hay graves problemas con el combustible; hay municipios que ni siquiera tienen acceso al combustible por semanas o días», describe. «No sé qué pasa en el Zulia. Nos han pasado la información de que todas las estaciones de servicio se surten, pero solamente abren 30 o 20».
-¿Qué propone?
-Debe haber una investigación a fondo y que se terminen de eliminar las mafias que están alrededor de este tema, porque le están haciendo un grave daño al país y no vamos a poder levantar la producción por más que queramos, así tengamos las mejores relaciones entre el gobierno nacional y los productores de todos los rubros del país, porque es una necesidad. Hemos pedido traerlo. Una de las peticiones que podemos hacerle nosotros al Ejecutivo es que en esas negociaciones que quizá puedan empezar con el gobierno norteamericano haya combustible para el sector pecuario.
-¿Ustedes lo traerían?
-Si lo compramos en los mercados negros por supuesto que estamos dispuestos a buscarlo en dondequiera porque queremos producir, nos quedamos en el país y tenemos un compromiso con Venezuela.
Las «alcabalas» continúan, lamentó Chacín. «Tenemos denuncias terribles. Un productor agropecuario sale de un estado y llega desesperado porque sus ganancias se quedaron en las alcabalas del camino. A eso hay que ponerle un correctivo. Debe haber castigo. No es difícil de solucionar». Apure y Zulia son dos estados muy afectados por estos cobros en especies. «Entendemos la necesidad del ciudadano que está en una alcabala o dispositivo de seguridad, pero entiendan también la necesidad que tienen los sectores. Todos en Venezuela estamos mal, porque la economía no es sana y todos estamos sobreviviendo, pero no se le puede pegar a un sector, porque nuestras estructuras de costos no son sanas tampoco».
Calcula que los ganaderos y productores agrícolas venezolanos necesitan «alrededor de 20 mil millones de dólares para reconstruir lo que teníamos y para avanzar», que implica recuperación de vías de penetración, infraestructura, maquinaria y equipos. «Hemos ido a 14 embajadas y todas nos han dicho que no hay confianza para invertir en Venezuela. ¿Qué hace falta para generar la confianza? Corregir los problemas que tenemos y ponernos a trabajar juntos. Lo demás se resolverá en el camino».
-¿Ya los llamaron para el diálogo?
-No, pero estamos dispuestos y seguimos dispuesto a hablar. Nosotros no nos sentamos en esa mesa, tenemos más de un año sentados, para levantarnos. Ese es un compromiso que hemos hecho con los que manejan hoy el país, con los que manejan las políticas del país. Pero debemos hablar claramente. No podemos pasar una vida. Se nos están pasando las generaciones, el tiempo. Los productores podemos hacer lo que queramos, menos tiempo. En el campo el tiempo es importantísimo. Para tomar los correctivos todo debe ser a tiempo. Hemos perdido mucho y debemos recobrarlo nuevamente.
