Heimdall, llamado así por el Cuartel de Bomberos, no era un perro tranquilo y amable antes de ser rescatado
Un perro abandonado que creaba problemas en las calles de una ciudad en Argentina, fue rescatado. Sin embargo, el peludo demostró que podía ser más que una simple mascota y se convirtió en un perro de rescate.
Heimdall, de 7 años, un perro que causaba disturbios en la vía pública en La Falda, provincia de Córdoba, cambió por completo cuando lo llevaron al refugio Seguridad Animal La Falda, donde el can llamó la atención de la adiestradora del refugio, Marina Perciavalle por sus «grandes habilidades».
«Estaba corriendo motos y autos en la ruta, en la avenida Buenos Aires. No había manera de detenerlo. Lo publicamos, no se encontró a los propietarios, se esperó los diez días legales y de ahí ya se procedió a castrarlo y llevarlo al refugio», dijo Sabina Pariani, veterinaria del refugio.
El refugio no solo brinda asistencia, sino que también reeduca a los animales y les ayuda a encontrar un hogar. Allí pudieron catalizar la energía e inteligencia del perrito en algo positivo para la comunidad.
Perciavalle inició el proceso de reeducación y luego contactó al Jefe de Bomberos Voluntarios, Gabriel Molina, para decirle que había encontrado un perro con las cualidades para convertirse en perro de rescate de personas vivas.
Nayle, la bombera que lo adoptó, debía crear un vínculo estrecho para continuar con los entrenamientos de rescate del perrito.
Perciavalle explicó que una de las cosas que se toman en cuenta en la evaluación de un perro que es candidato para el entrenamientos de búsqueda y rescate es el comportamiento «obsesivo compulsivo por el juego», necesario para esta labor.
«El perro no lo está tomando como un trabajo (…) Todo tipo de trabajo que hace el perro, el perro está jugando. Y él sabe que después de encontrar a la persona que se le marcó como perdida, tiene su pelota y el vínculo con el dueño con quien juega y explota de alegría», dijo la adiestradora.