Con base en los datos suministrados por la comisión presidencial Ana Rosario Contreras cuenta cinco enfermeras contagiadas y varias incongruencias. «Se anunció un caso de una enfermera positiva en Los Teques, y cuando se hizo el anuncio ya ella tenía 14 días con la COVID-19»
Las enfermeras venezolanas recordaron su día, este martes 12 de mayo, con una lista de reclamos asociados con la COVID-19 y las condiciones de vida y de trabajo.
Lo primero que pide Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, es que la información oficial sobre la enfermedad circule sin misterios. Lo segundo, que se garanticen los equipos de protección en los hospitales donde son atendidos los pacientes con el coronavirus SARS-CoV-2.
El 13 de marzo se notificaron oficialmente los primeros dos casos en Venezuela; aunque las enfermeras son personal prioritario, «no tenemos equipo de protección personal, no tenemos agua para lavarnos las manos».
Contreras cuenta, con base en los datos suministrados por la comisión presidencial, cinco enfermeras contagiadas. «Se anunció un caso de una enfermera positiva en Los Teques, y cuando se hizo el anuncio ya ella tenía 14 días con la COVID-19», relata.
Pueden ser más, pero en el personal de enfermería hay temor de hablar por el antecedente de los médicos detenidos y porque les aterra que las confinen en un lugar y que las separen de sus familias, resume Contreras.
«La pandemia afecta a todos los países del mundo, no puede haber secreto de Estado en el manejo», razona. Como enfermera piensa que, en la medida en que se dé información clara a la población, la gente entiende que no debe relajar las medidas preventivas.
Otro punto es el de las enfermeras en los hospitales, que necesitan equipos de protección que no tienen. Según Contreras en 80% de los hospitales la dotación es irregular; en algunos centros asistenciales quieren entregarles mascarillas de fabricación artesanal o de tela que solo ofrecen «una falsa sensación de protección».
«Las enfermeras fuimos formadas para cuidar», remarca. Pero hoy también necesitan que las cuiden con el punto de partida de un salario suficiente: Contreras calcula que deben ganar al mes el equivalente a 600 u 800 dólares.