Sobre este tema, Maduro propuso este pasado lunes «elevar al máximo» las penas y su aplicabilidad sobre delitos de traición a la patria
«Cualquiera que, de acuerdo con una nación extranjera o con enemigos exteriores, conspire contra la integridad del territorio de la patria o contra sus instituciones republicanas, o la hostilice por cualquier medio para alguno de estos fines, será castigado con la pena de presidio de veinte a treinta años«. reza el Código Penal en el artículo 128, tipificado, entre otros 16 artículos, como traición a la patria.
Para el diputado de la Asamblea Nacional (AN) William Dávila, el gobierno del mandatario Nicolás Maduro modifica el concepto de traición a la patria a su gusto para usarlo en contra de quien se oponga a ellos.
Sobre este tema, Maduro expresó este lunes 9 de septiembre que su gobierno evalúa elevar las penas por traición a la patria y propuso a la Constituyente la «reforma del ordenamiento jurídico y penal del país, aquí está la máxima instancia para tipificar muy bien los delitos de traición a la patria y elevar al máximo las penas y su aplicabilidad en casos como éste».
Según Dávila, este tipo de medidas son propias de un «régimen fascista totalitarista» que «hace lo que le da la gana» y que no tolera a quien se les oponga.
Con respecto a qué es o no es traición a la patria, el parlamentario considera que una verdadera traición es faltar a lo que dicta la Constitución Nacional o abalar la presencia de grupos armados en territorio venezolano.
«En el primer momento en que ellos convocaron a una espuria Constituyente para destruir a la Constitución son traidores. Traición a la patria es permitir la presencia de grupos armados irregulares en Venezuela sin, que la FAN que son la policía de la Constitución, actúe en defensa de la soberanía».
Para el diputado Biaggio Pilieri, el tema de que acusen al Parlamento, además de a dirigentes políticos, gremiales y sociales, de incurrir en delitos de traición a la patria es «infundado, ilegal e irracional», que viene ocurriendo «desde hace mucho tiempo».
Para Pilieri, al igual que Dávila, califica que estas acciones son ejecutadas para quienes son considerados «incómodos», subrayando: «Todos los que les somos incómodos al régimen somos víctimas constantes de cualquier tipo de descalificación».
Hasta agosto de este año, la lista de parlamentarios que han sido víctimas de persecución política es de más de 123, según reconteo de la Comisión de Justicia y Paz del Parlamento.
Entre los diputados reflejados en esa cifra, muchos se encuentran en el exilio, asilados, despojados de sus pasaportes o víctimas de algún tipo acoso por parte de organismos de seguridad del Estado, más los casos del diputado Juan Requesens y el primer vicepresidente del Parlamento Edgar Zambrano, quienes se encuentran en prisión.