Este viernes se celebra el Día Mundial del Donante Voluntario de Sangre, fecha designada por la Organización Mundial de la Salud
Si 3% de la población donara sangre de forma voluntaria, no habría necesidad de invertir en campañas informativas que eduquen sobre la importancia de donar sangre. En el caso de Venezuela ese porcentaje significaría alrededor de 900 mil personas, de los más de 30 millones de venezolanos.
Una simple donación puede salvar la vida de tres personas, según la Sociedad Venezolana de Hematología (SVH), lo que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para quien la reciba.
Según la hematóloga Maribel Meléndez, vicepresidenta de la SVH, la donación de sangre debe tener tres aspectos fundamentales para funcione de manera acorde en cualquier sociedad y que en la actualidad, están fallando en Venezuela. Estos son:
- Donante voluntario
- Tamizaje serológico de la sangre
- Reactivos de calidad
El donante ideal de sangre es aquel que acude de forma voluntaria y periódica. La doctora Meléndez explica que la sangre del donante voluntario es más segura porque lo mueve hacer el bien y si tuviera algún factor de riesgo se autoexcluiría. El inconveniente es que en Venezuela los que más acuden a los bancos de sangre son donantes de reposición.
El donante de reposición es el que va motivado por la urgencia de que un familiar, amigo o conocido necesita sangre, pero su donación pudiera ser riesgosa para la persona que lo recibe.
Sobre el tamizaje, la hematóloga explica que se trata de la serología que se practica a la sangre para determinar su seguridad con respecto algún virus que el donante pueda presentar. Estos diagnósticos pueden ser VIH, Sífilis, Mal de Chagas y Hepatitis C y B. Para descubrirlos en la sangre se necesitan realizar estudios con reactivos específicos para cada patología.
Meléndez aclara que estas pruebas a veces pueden dar negativas a pesar de que el donante tenga el virus en su organismo. Esto es lo que se llama «período de ventana», una etapa de silencio inmunológico en el que todavía no se observan manifestaciones de la enfermedad pero no es la cantidad de virus suficiente para que sea detectado por las pruebas de laboratorio.
¿Por qué pasa esto?
La hematóloga Maribel Meléndez detalla que estos falsos negativos se dan cuando las serologías son realizadas con reactivos de tercera generación que ya están desfasados o cuando son pruebas de laboratorios que no son reconocidos en el gremio internacional de la medicina.
Meléndez insiste que con reactivos de tercera generación el periodo de ventana, en vez de ser de entre 16 a 22 días, se prolonga hasta 70 día, es decir, que si una persona tiene un virus desde hace dos semanas, el reactivo no va detectar la infección en su organismo, a menos que tenga meses contagiada. La diferencia con los reactivos de cuarta y quinta generación es que pueden detectar el virus a partir de que el paciente tiene 15 días con la enfermedad incubada.
Al menos son siete los reactivos que se necesitan para estudiar cada donación. En el caso de Venezuela, la compra de reactivos es centralizada por el Ministerio de Salud, mientras los privados hacen sus compras de forma particular.
Son diferentes países desde los que se traen los mejores reactivos (Estados Unidos, Francia, Alemania, entre otros), pero Meléndez insiste que no se trata tanto del país, sino del laboratorio que los elabore y del reconocimiento mundial que tenga.
La doctora denuncia que en la actualidad, para la hepatitis C, el Ministerio de Salud está comprando reactivos de tercera generación, es decir, reactivos que que los hematólogos venezolanos usaban en 2004, mientras que ya existen reactivos más avanzados.
La tarea de verificar a través de pruebas qué tipo de reactivos están llegando al país del Instituto Nacional de Higiene. Meléndez aclara que si el órgano autorizado por el Estado da el visto bueno para utilizarlos, los hematólogos lo hacen, aunque en a actualidad lo hacen con desconfianza.
En el caso de que una persona adquiera hepatitis a través de una transfusión, el 50% de los receptores que se contagian, al igual que quienes la adquieren por relaciones sexuales, pueden ser víctimas de una hepatitis crónica que puede devenir en una cirrosis hepática, lo que significaría transmitir una enfermedad que potencialmente puede matar al receptor. En el caso del Chagas un alto porcentaje de los paciente que se infectan por transfusiones pueden padecer enfermedades cardiacas.
La doctora añade que pueden existir otras formas de contagio intrahospitalarias a través de inyectadoras, (que por seguridad solo deberían ser utilizadas en un solo paciente) y de la manipulación del resto de los equipos que se utilizan, los cuales, todos, deberían estar esterilizados.
Las cifras
Otro problema es que en la actualidad no existen cifras de cómo está la donación de sangre en Venezuela, o si existen no han sido publicadas por el Ministerio de Salud, sin embargo, desde la Sociedad Venezolana de Hematología tienen conocimiento de la disminución progresiva del número de donantes atendidos debido a múltiples factores, entre ellos: falta de personal capacitado, deficiencias en las infraestructuras y fallas en los insumos; bolsas de donación, reactivos, equipos para transfusión.
Desde la SVH expresan que Venezuela siempre ha estado por debajo del porcentaje de donantes voluntarios en comparación con otros países, pero, Meléndez asegura que el país iba por buen camino hasta 2014, cuando empezó el decrecimiento y en la actualidad desconocen cualquier dato oficial, pero de igual forma, los donantes voluntarios siguen siendo pocos clínicas privadas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han emitido lineamientos de cómo los países deben trabajar para fomentar la donación de sangre voluntaria. Meléndez asegura que Venezuela ha firmado todos los compromisos con recto a la donación de sangre, pero, que a pesar de ello, «no ha hecho nada al respecto y solo se limita a celebrar el día».
La hematóloga describe que 2017 y 2018 fueron los años más duros para los bancos de sangre en Venezuela debido a que llegaron a estar más de cinco meses sin serología y se mantenían con prestamos de bancos de sangre privados. De igual forma, Melendez expresa que «en honor a la verdad», el 2019 no ha sido tan precario a pesar de que siguen las fallas en la escasez de reactivos.
Según datos de la OMS, 66 países recogen menos de 10 donaciones por cada 1000 personas; de ellos, 37 se encuentran en la región de África, 7 en las Américas, 5 en la región del Mediterráneo Oriental, 4 en Europa, 7 en Asia Sudoriental y 6 en el Pacífico Occidental. Todos estos países son de ingresos bajos o medios.
En Venezuela existen 344 bancos de sangre, ubicados mayormente en hospitales tipo III y IV. Desde la SVH no tienen conocimiento de que alguno se encuentre cerrado, pero, aclaran, que «una cosa es que estén abiertos y otra es que cuenten con todos los insumos para funcionar al 100%».
Entre las iniciativas que proponen desde la SVH a las entidades gubernamentales encargadas del área, para mejorar el funcionamiento de los Bancos de Sangre, es que invierta en el mejoramiento de sus infraestructuras y en la capacitación adecuada del personal. Con esto, calculan que en dos o cinco años los bancos estarían trabajando exitosamente.
Qué se necesita para donar sangre en Venezuela
Para ser donante de sangre en el país, lo principal que se necesita es expresar la voluntad de hacerlo, pero además de tener la iniciativa, están estos otros parámetros que son fundamentales:
- Tener entre 18 y 60 años.
- Pesar más de 50 kilos.
- Estar en buenas condiciones de salud.
Otros requisitos importantes establecidos por la Organización Mundial de la Salud son:
- No se puede donar cuando se tiene un resfriado, gripe, dolor de garganta, úlceras bucales, infección gástrica o cualquier otra infección.
- Después de haberse tatuado o hecho un piercing no se puede donar durante 6 meses. Si el piercing fue realizado por un profesional sanitario registrado y la inflamación ha desparecido completamente se puede donar sangre pasadas 12 horas.
- Después de procedimientos odontológicos menores hay que esperar 24 horas para donar, y si se trata de procedimientos odontológicos mayores hay que esperar un mes.
- No se debe donar sangre si no se tiene la hemoglobinemia mínima requerida para la donación.La prueba se realiza en el lugar donde se efectúa la donación. En muchos países se requiere una hemoglobinemia no inferior a 12,0 g/dl para las mujeres y a 13,0 g/dl para los hombres.
- No donar si se ha viajado a zonas donde haya infecciones endémicas transmitidas por mosquitos (por ejemplo, paludismo, dengue o zika).
- No se debe donar sangre cuando se ha tenido actividades sexuales «de riesgo» en los últimos 12 meses.
- La donación se suspenderá permanentemente en personas que alguna vez hayan tenido una prueba positiva para el VIH (virus del sida) y si se han inyectado drogas.
- No es aconsejable donar sangre durante la lactancia. Después del parto, el período de aplazamiento es de al menos 9 meses (como la duración del embarazo) y hasta tres meses después de que el lactante haya sido en gran parte destetado.