Cada donante de sangre puede salvar por lo menos tres vidas, porque cada componente sanguíneo se administra a pacientes diferentes, subraya
Lía Talavera, coordinadora del Banco de Sangre del Grupo Médico Santa Paula
La sangre es irrepetible; nadie ha podido replicarla en laboratorio. Por eso la donación se convierte en un acto de vida o muerte para quien espera por ella. «Hasta ahora no hay nada que sustituya la sangre», y algo pasa «que la ciencia no ha podido hacerla», recuerda Lía Talavera, coordinadora del Banco de Sangre del Grupo Médico Santa Paula.
Cada donante de sangre puede salvar por lo menos tres vidas, porque cada componente sanguíneo se administra a pacientes diferentes, destacó Talavera durante el programa Punto a Favor, transmitido por la cuenta en Instagram de contrapunto.com.
«De cada 10 personas, nueve, en algún momento de su vida, van a necesitar sangre» para ellas o sus allegados.
El pasado 14 de junio se conmemoró el día mundial del donante de sangre.
La sangre tiene varios componentes, como glóbulos rojos, plasma y plaquetas. «Generalmente la persona dona la sangre total, una bolsa de 450 CC, que se procesa en el banco de sangre y se extraen glóbulos rojos, plaquetas, plasma, crioprecipitados, y cada uno tiene un uso específico. La idea es que cada paciente reciba el componente que necesita de acuerdo con su patología», puntualiza.
Falsas creencias ahuyentan a los donantes. La más común es que las personas engordan o adelgazan. «Otro mito es que se van a sentir débiles o que están en riesgo», pero este es «un acto seguro». Todo el material -bolsas, agujas- que se utiliza es descartable.
El donante ideal es el voluntario, altruista y repetido, que «acude sin que nadie lo llame»; así es en las naciones consideradas desarrolladas. No sucede así en Venezuela, donde lo que hay es «donación de reposición».
En el país, los hombres pueden donar cada tres meses; las mujeres, cada cuatro meses. La persona debe pesar más de 50 kilos, tener más de 18 años y menos de 60. Incluso, un paciente con hipertensión controlada puede tener este gesto.
No hay área del país que no haya sido afectada por la emergencia humanitaria compleja. «Aunque no hay estadísticas, vemos que cada día es menor la donación voluntaria», lo que obliga a los ciudadanos a buscar donantes por cualquier vía cuando más angustiados están porque tienen un familiar hospitalizado,