En Venezuela hay transmisión comunitaria del coronavirus SARS-CoV-2. Decenas de personas están juntas, sin distanciamiento social, en las colas para conseguir gasolina y en la búsqueda de agua. La misma escasez de agua es un elemento que impide cumplir una de las recomendaciones básicas: lavarse las manos con frecuencia .
«Nosotros tenemos un aumento lento de casos, propio de nuestro aislamiento previo y por la cuarentena asumida rápidamente de manera apropiada», señala la infectóloga María Graciela López. Los médicos advierten que en el país se verá «un aumento progresivo de casos, sobre todo en pequeños brotes».
Poco más de 80 casos oficialmente confirmados en 48 horas, dieron al traste con la idea de que la COVID-19 había seguido de largo al llegar a Venezuela.
El país pasó de jornadas con «cero casos» reportados por las autoridades, a un fin de semana en el que se informaron 45 casos el sábado y 37 casos el domingo.
En Venezuela, hay transmisión comunitaria del coronavirus SARS-CoV-2. Decenas de personas están juntas, sin distanciamiento social, en las colas para conseguir gasolina y en la búsqueda de agua. La misma escasez de agua es un elemento que impide cumplir una de las recomendaciones básicas: lavarse las manos con frecuencia.
Estos datos parecen darle la razón a los científicos de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales que, hace una semana, difundieron sus pronósticos sobre lo que sucedería con la enfermedad en el país en los próximos meses. Sus alertas no fueron bien recibidas por el presidente de la asamblea constituyente, Diosdado Cabello, quien opinó que debían ser «visitados» por organismos de seguridad del Estado.
«El país debe prepararse para el pico de la epidemia, como ha ocurrido en otros países latinoamericanos. Nos preocupa como científicos que se nos persiga y señale por un informe técnico cuyo objetivo es el de contribuir al mejor manejo de esta pandemia», aseguraron los académicos en su respuesta a los señalamientos de Cabello.
Que no haya habido una explosión de pacientes -al menos, reportada formalmente- no es una situación sostenible en el tiempo, porque Venezuela no está fuera del mundo. La pandemia avanza en cada país de forma diferente, recuerda María Graciela López, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología.
«Nosotros tenemos un aumento lento de casos, propio de nuestro aislamiento previo y por la cuarentena asumida rápidamente de manera apropiada», señala López. Es por eso que los infectólogos advierten que en el país se verá «un aumento progresivo de casos, sobre todo en pequeños brotes».
López, prefiere no hablar del tiempo: si son dos semanas, si son dos meses. «Los modelos nos hablan de que las curvas en esta pandemia van al alza en algún momento».
La Acfiman también lo sostiene: «El escenario de una epidemia bajo control con una curva aplanada es improbable a la luz de las proyecciones de estos modelos, con base en los datos disponibles para el momento».
Pero… tres letras pueden iluminar un camino que parece oscuro: PCR. Hacer más pruebas de diagnóstico molecular puede ser clave para entender el avance de la enfermedad en el país. «No tenemos datos claros de cuántas PCR se han realizado», precisa la médica. «Tenemos el número de pruebas rápidas, de menos sensibilidad, útiles para estudios» posteriores pero que no permiten actuar al momento, decidir los aislamientos y limitar los contactos de las personas contagiadas.
¿Cuántas se necesitan? «Mientras más pruebas, mejor», responde. Hay que practicarles PCR a todas las personas que llegan de viaje. No es suficiente una prueba rápida negativa para liberar a alguien del confinamiento, porque puede ser «un falso negativo».
Otra medida que propone la sociedad es PCR para todos los trabajadores de la salud que hayan estado en contacto con pacientes COVID-19; a todos los casos sospechosos; a toda persona con síntomas respiratorios; a los niños que tengan náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Con la cuarentena «compramos tiempo» y ese tiempo debería ser para aumentar la capacidad diagnóstica, las medidas preventivas, la dotación y el entrenamiento en el uso de los equipos de protección personal, incrementar las capacidades de las unidades de cuidados intensivos.
Sin embargo, López afirma que la cuarentena no es sostenible por mucho tiempo más. A título personal, y tras examinar aspectos médicos y económicos, propone retomar las actividades en pequeña escala y manteniendo el distanciamiento social, con mediciones constantes. Pero «para eso necesitas pruebas, atender los diagnósticos» y mantener el lavado de manos y el uso del tapabocas. Su premisa es que debemos prestarle más atencióin al lavado de manos que al aseo de los pies.
La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales también demanda «ampliar la capacidad diagnóstica a través de pruebas de PCR-RT por habitante, las únicas validadas hasta ahora por la Organización Mundial
de la Salud».
