La dieta cetogénica, conocida popularmente como «keto», ha ganado notoriedad en los últimos
años como una estrategia para la pérdida de peso y el control de ciertas enfermedades. Sin
embargo, su efectividad y seguridad a largo plazo siguen siendo objeto de debate en la comunidad médica.
¿Qué es la dieta keto?
La dieta keto es un régimen alimenticio que promueve una ingesta alta de grasas, moderada en
proteínas y muy baja en carbohidratos. Al reducir drásticamente los carbohidratos, el cuerpo entra en un estado metabólico llamado cetosis, en el cual utiliza las grasas como fuente principal de energía en lugar de la glucosa. Este proceso genera cuerpos cetónicos, que sirven como combustible alternativo para el cerebro y otros órganos.
Beneficios potenciales: Diversos estudios y expertos han señalado varios beneficios asociados con la dieta cetogénica:
Pérdida de peso: Al reducir el apetito y aumentar la quema de grasas, muchas personas
experimentan una disminución significativa de peso.
Mejora en la sensibilidad a la insulina: La dieta keto puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina, lo cual es beneficioso para personas con diabetes tipo 2.
Aplicaciones terapéuticas: Originalmente desarrollada para tratar la epilepsia refractaria, la dieta cetogénica ha mostrado eficacia en la reducción de crisis epilépticas en algunos pacientes.
Posibles beneficios neurológicos: Investigaciones preliminares sugieren que la dieta keto podría tener efectos positivos en trastornos neurológicos como la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo.
Riesgos y efectos secundarios: A pesar de sus beneficios, la dieta cetogénica no está exenta de riesgos:
Problemas renales: El alto consumo de proteínas y grasas puede aumentar el riesgo de cálculos renales y gota.
Deficiencias nutricionales: La restricción de frutas, verduras y cereales integrales puede llevar a deficiencias de vitaminas y minerales esenciales.
Efectos cardiovasculares: Algunos expertos advierten que una dieta alta en grasas saturadas
puede elevar los niveles de colesterol LDL, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas.
Sostenibilidad a largo plazo: La naturaleza restrictiva de la dieta keto puede dificultar su
mantenimiento a largo plazo, lo que podría llevar a un efecto rebote en el peso.
Opiniones de expertos
Luis Cañada, experto en nutrición, enfatiza la importancia del equilibrio en la alimentación: «No es necesario eliminar grasas ni carbohidratos de la dieta, sino encontrar un equilibrio adecuado”.
Por otro lado, el Dr. Rupy Aujla, médico del NHS del Reino Unido, advierte sobre los riesgos
potenciales de las dietas bajas en carbohidratos, señalando que podrían aumentar el riesgo de
enfermedades cardiovasculares y demencia.
La dieta keto puede ofrecer beneficios significativos en ciertos contextos, especialmente a corto
plazo y bajo supervisión médica. Sin embargo, debido a sus posibles riesgos y la falta de estudios a largo plazo, es esencial consultar con un profesional de la salud antes de adoptarla.
Una alimentación equilibrada y personalizada sigue siendo la recomendación más segura para la
mayoría de las personas.