Alfredo Díaz, enfatizó que «a pesar de todas las excusas que los representantes del régimen quieran ofrecer, es incomprensible que hayan esperado hasta el miércoles 8 de abril (es decir, 27 días) para reunirse con los epidemiólogos para conocer sus propuestas y diseñar una estrategia efectiva para evitar la propagación del virus»
El gobernador del estado Nueva Esparta, Alfredo Díaz, llamó al gobierno central a entender que en los actuales momentos es necesaria la unidad de criterios y esfuerzos para luchar contra el coronavirus en Nueva Esparta, y pidió que le sea devuelta la administración del sistema de salud pública.
«El éxito de las medidas y recomendaciones para controlar el virus, consolidar el cerco epidemiológico, aislar al coronavirus y evitar el contagio pasa por la aplicación de planes y estrategias efectivas diseñadas por equipos especializados y multidisciplinarios», señaló el mandatario regional.
A su juicio «cuando los protocolos sanitarios no se cumplen al pie de la letra y se coloca a politiqueros charlatanes y agoreros a dirigir una labor que corresponde a especialistas, surge la improvisación y sucede lo que está pasando en el estado y se genera un rebrote de la enfermedad en el municipio Gómez».
Alfredo Díaz, enfatizó que «a pesar de todas las excusas que los representantes del régimen quieran ofrecer, es incomprensible que hayan esperado hasta el miércoles 8 de abril (es decir, 27 días) para reunirse con los epidemiólogos para conocer sus propuestas y diseñar una estrategia efectiva para evitar la propagación del virus».
La salud en el estado debe ser competencia regional, reiteró: «No se trata de un capricho; nuestra solicitud para que nos dejen administrar el sistema de salud de la región, es una exigencia del propio pueblo que es quien sufre de la incompetencia e improvisación de las autoridades impuestas a dedo, que no contribuyen a garantizar un servicio médico y hospitalario de calidad».
Aseveró que, de «haber manejado la política preventiva contra el virus en el estado, la primera medida hubiese sido oír a los especialistas y colocar al frente a dirigir este duro proceso a los epidemiólogos, a los verdaderos conocedores de la materia».