«La red de distribución en Venezuela antes que la confiscaran, criminalizaran y expropiaran, funcionaba y llegaba hasta el último pueblo del país», dijo la nutricionista y especialista en seguridad alimentaria, Susana Raffali
«Nosotros sabíamos desde noviembre que hay más de nueve millones de personas en Venezuela, que comen precariamente», dijo la nutricionista y especialista en seguridad alimentaria, Susana Raffali, quien advirtió que Venezuela se quedaría sin comida, si no se acepta la asistencia del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Recalcó, que para llegar a comer precariamente ya tuvieron que agotar su sustento. «Vendiendo todo, sacando sus niños del colegio para que trabajen y traigan comida a la casa. Aún recibiendo remesa del exterior la alimentación es muy pobre», dijo.
Raffalli indicó que es urgente que se acepte la asistencia del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Venezuela y reiteró que el «inventario del país no da para que 9 millones de personas salgan ahorita con 100 dólares a comprar comida ¡Se acaba la comida!».
«La ayuda humanitaria se hace con quién está en control, no con quien es legítimo, no puedo permitir que se mueran dos millones de niños”, ratificó la especialista.
Recordó que «la red de distribución en Venezuela antes que la confiscaran, criminalizaran y expropiaran, funcionaba y llegaba hasta el último pueblo del país».
Raffalli, indicó que «si el suministro de gasolina no se regulariza, el desabastecimiento puede ser catastrófico».
Finalmente, destacó que con la agricultura los efectos no son inmediatos, todo esta sujeto a sus calendarios.






