Las viejas consignas de la izquierda venezolana volvieron a recorrer las calles caraqueñas, pero esta vez expresadas contra un gobierno que se define como progresista
«¿Hasta dónde van ustedes?», preguntó un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), poco después de las 11:30 am de este jueves 22 de julio, a los manifestantes que recorrían varias calles del centro de Caracas. La movilización iba rumbo al edificio de Pajaritos, sede administrativa de la Asamblea Nacional (AN). Eran unas 40 personas que, con las pancartas y las consignas como arma, condenaban el encarcelamiento y judicialización de más de 100 trabajadores.
La protesta había comenzado a las puertas del Palacio de Justicia, en la esquina de Cruz Verde. El presidente de Sinatra-UCV, Eduardo Sánchez, informó que comenzaban una campaña para defender a los trabajadores presos, a quienes calificó como presos políticos.
«El pueblo lo dice, y tiene razón, este gobierno es hambre, miseria y represión», expresaron a las puertas del Palacio de Justicia.
Los manifestantes cerraron la calle, atravesaron la siempre congestionada avenida Bolívar y tomaron la vía hacia el Parlamento.
Pero al aproximarse al edificio de Pajaritos, un piquete de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se extendió como si se tratara de fichas de dominó.
«Las calles son del pueblo, no de la policía», respondieron los participantes en la protesta, viejos y jóvenes militantes de izquierda. Esa consigna, usada en el pasado para denunciar los atropellos, volvió al presente y contra un gobierno que se define de izquierda.
Pero por más que los participantes les recordaron a los parlamentarios y a los funcionarios de la GNB que ellos también son trabajadores, la respuesta fue la misma: una pared verde.