Hay suficiente evidencia para pensar que, efectivamente, hubo una fallida incursión militar, afirma el coordinador nacional de UPP89. Pero sostiene que, de haber estado implicado, el gobierno de EEUU habría usado la tecnología como lo hizo para matar al general Soleimani. Descarta la participación de Guaidó
El coordinador nacional de la UPP89, Reinaldo Quijada, aceptó la invitación a un “debate público” que hizo Nicolás Maduro, a los partidos políticos de oposición.
“Desde el mes de mayo de 2018 hemos aceptado los múltiples llamados al diálogo del presidente Maduro, de los cuales el primer mandatario posteriormente pareciera retractarse. Llamémoslo “debate público” o, simplemente “diálogo”, para darle un nombre menos pomposo: lo aceptamos. Vamos a ver si Maduro no vuelve a retractarse”, manifestó.
Quijada, señala que hay suficiente evidencia para pensar que, efectivamente, hubo una fallida incursión militar, y contradice a los sectores opositores que la califican de “montaje gubernamental”, pero al mismo tiempo expresa su incredulidad ante la supuesta firma, por parte de Juan Guaidó, del “contrato” mostrado por el gobierno.
“Lo primero que debo señalar, es que nos llamó mucho la atención la enfática e histriónica expresión de Maduro: “¡No nos perdonan nuestro patriotismo, nuestra lealtad a Hugo Chávez!”. ¿A cuál patriotismo y cuál lealtad a Chávez se refiere? Al presidente Maduro, le respondemos con palabras del poeta Antonio Machado: “Sabemos que no es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra”. Su gobierno ha pisado y, aún peor, pisoteado la patria, no la han construido, mucho menos labrado. Todo está destruido. Y en cuanto, al legado de Chávez, en un debate público, como el propuesto por Maduro, y con los textos fundamentales de Chávez en mano, podríamos demostrar que también lo han pisoteado y sólo lo utilizan interesada e hipócritamente. Se pudiera empezar el debate por ese tema sensible a la militancia chavista”, subrayó.
Para Quijada, hay suficientes evidencias de que «las fallidas incursiones paramilitares fueron reales, no se trata de ninguna “olla gubernamental”, aunque sí diferimos con el gobierno, en su envergadura y en sus implicaciones. Todo indica que fue un acto autónomo, individualista, temerario, precario y egocéntrico de un pequeño grupo opositor, con la participación de mercenarios gringos. Y punto. Todas las demás implicaciones son fantasía, decorado, bambalinas».
Consideró que, de estar implicado, el gobierno de EEUU hubiese usado la tecnología, como lo hizo con el asesinato del general Soleimani. «Tampoco es verosímil que se haga un “contrato” para un “golpe de estado o un atentado criminal”; sólo faltaría que también se notariara y se le mandara una copia al Papa Francisco para que lo santificara, y menos aún, creer el testimonio de “mercenarios’, que como su nombre lo indica, trabajan con el único interés de ganar dinero y se venden al mejor postor. No creemos en la vinculación de Juan Guaidó, en estos hechos”.