De no haber consensos el pueblo tiene la intuición para saber cuál es el candidato por el cual votar que pueda derrotar a Maduro, indica el secretario general de Vanguardia Popular
El secretario general de Vanguardia Popular (VP), Rafael Venegas, es un hombre de izquierda que lidera una organización de izquierda. Convencido de que Venezuela necesita un cambio político, Venegas alienta la construcción de una candidatura unitaria que se enfrente a la del mandatario Nicolás Maduro.
-¿Qué perspectiva ve de una candidatura que enfrente a la de Maduro?
-Creo que tenemos el deber de construirla, ineludiblemente al margen de la suerte lamentable de María Corina Machado. Pero también creo que va a surgir, confío en que es posible que eso surja. En los últimos días y horas observo un movimiento febril en esa dirección. Hay importantísimos pronunciamientos de sectores diversos.
Organizaciones y partidos «estamos clamando para que se produzca un entendimiento, porque haya una alternativa, porque se cumpla con la responsabilidad que tenemos con 80% de los venezolanos que aspiran a un cambio y no pueden ser defraudados en su anhelo y su esperanza de que en este proceso electoral haya una alternativa que permita canalizar ese reclamo.
-En la medida en que Machado no ceda el espacio, ¿se afecta la construcción de la candidatura unitaria?
-Incrementa zozobra, suma al clima de incertidumbre que vivimos, genera preocupación en mucha gente. Aun cuando entiendo que ella y su equipo están administrando una estrategia dentro del derecho legítimo que tiene a luchar para que estas inhabilitaciones se deroguen, derecho que acompañamos como reclamo porque se trata de la lucha por las condiciones democráticas para esta elección y deberían levantarse las inhabilitaciones a los candidatos y a los partidos inhabilitados, ese mensaje que envía genera duda y creo que por eso este clamor generalizado que se está levantando de mucha gente. En la medida en que nos aproximamos a la fecha de postulación se van a seguir incrementando los pronunciamientos, las demandas de la sociedad democrática de todos los matices para que el liderazgo político opositor se ponga de acuerdo y resuelva el problema de la candidatura, que en este caso tiene en ella una responsabilidad principalísima.
-Hay un montón de candidatos. ¿Lograrán una propuesta unitaria?
-Creo que sí es posible una propuesta unitaria, no única. No va a haber una candidatura única de la oposición. Eso no es posible. Hay candidaturas que por el síndrome del candidato, por las valoraciones subjetivas, porque quieren posicionarse ante el futuro o por razones sospechosas van a seguir hasta el final. Sin embargo, vamos a tener una candidatura unitaria, entendida como una candidatura que reunirá tres condiciones: clara determinación y compromiso de cambio; importante respaldo popular; la que concita más respaldo o adhesiones por parte de las organizaciones. Creo que se va a producir una polarización electoral que es el reflejo de una nueva polarización en el país: está polarizado el 85% de los venezolanos contra una cúpula que se ha instalado en el poder; no tengo duda sobre eso. Se ha instalado y no quiere reconocer ni respetar la Constitución y el soberano. Creo que nuestro pueblo, Vanguardia cifra su mayor esperanza en que sabrá diferenciar y el respaldo o el voto va a fluir hacia allá, de manera que las terceras opciones van a quedar desdibujadas, van a quedar sin posibilidades ciertas. Deberíamos entender que la candidatura unitaria no se va a construir en un solo momento. Espero y reclamo, interpretando el sentir de esa mayoría, que va a haber un primer acuerdo de cara al momento de la postulación, y que en el curso del proceso -que va del momento de la postulación y el periodo de postulaciones- habrá nuevos entendimientos y nuevos realineamientos; y todavía habrá un tercer momento, en el curso de la campaña, en el cual podrá ser posible el entendimiento con alguna de esas candidaturas que visiblemente no tienen opciones, y que si estuviesen genuinamente comprometidas con el cambio deberían declinar en favor de sumar a aquella que tenga la primera posibilidad de producir un cambio en el país y no seguir prorrogando esta tragedia histórica.
-¿La gente va a poder identificar la candidatura que pueda derrotar a Maduro?
-Creo que eso va a operar, porque lo primero y más importante que tenemos es la manifestación clara una inmensa mayoría que quiere cambio. Esa inmensa mayoría el año pasado nos dio muchas lecciones que hablan de su determinación, su madurez y su intuición para saber orientarse.
La primera lección «la vamos a encontrar en el movimiento de los trabajadores, que no le dieron tregua al gobierno» y se mantuvieron «en una lucha permanente demandando salarios justos, pensiones, derogación del instructivo Onapre». La segunda la encuentra en las elecciones universitarias, por «niveles de participación inesperados que desbordaron las expectativas de todos» y la apuesta de la gente «para que hubiera un cambio en la UCV y el gobierno no le terminara de poner la mano». La tercera la halla en la primaria, que superó lo esperado por la propia Plataforma Unitaria y el mismo gobierno «y todos quedamos sorprendidos» con la participación. La cuarta es el referéndum consultivo sobre el Esequibo, porque «la gente asistió a procesos democráticos en los cuales su voto fuese útil para producir un cambio, y le dio la espalda a un proceso que era un sainete convocado por el gobierno para distraer, para engañar, para hacer demagogia y para tratar de reconciliarse con un pueblo que ya le dio la espalda».
Venegas afirma que en el pueblo venezolano «hay una intuición política, hay una inteligencia, una conciencia política que está por encima de los liderazgos, que está por encima de los referentes que hoy tiene y que sabrá orientarse en esa situación». Tanto ese elemento como la crisis «constituyen una presión positiva importante sobre quienes tienen en sus manos la responsabilidad de decidir, y ello va a contribuir a que finalmente tengamos una candidatura unitaria».
-Eduardo Fernández, Manuel Rosales, ¿ve esas figuras? ¿Ve otras?
-Veo un camino distinto al que quisiera acerca de cómo resolver eso. Los nombres que acabas de señalar podrían tener alguna posibilidad en el contexto de un proceso de construcción de consenso. Para construir consenso la primera condición es que María Corina Machado se disponga a eso, convoque y abra el juego para una amplia consulta. Si eso fuese así, nombres como el de Eduardo Fernández, Gerardo Blyde, Ramón Guillermo Aveledo o Manuel Rosales podrían formar parte de la solución. Creo lamentablemente que los tiros van por otro esquema que lo ha ensayado la oposición a lo largo de estos años, que lo impuso el G4, que es construir la unidad sobre la base de imponer la hegemonía: una hegemonía que se impone y que subordina a los otros. Creo que los procesos unitarios del pasado se construyeron así, sobre la égida del G4.
-¿Qué le indica que va por este camino?
-Creo que el equipo de la señora Machado está obrando de esa manera, por implantar una nueva hegemonía, o resolver el asunto de la candidatura sobre la base de que el liderazgo lo encarna ella, la fuerza la tiene ella, cosa que no desconocemos y no somos irracionales para decir que todos somos iguales. Una cosa que no puede discutir nadie es el liderazgo que tiene María Corina Machado. Pero ese liderazgo pone en su mano una gran responsabilidad que ella tiene que saber administrar. Por eso creo que los nombres que has señalado «no van pa’l baile, porque están más cercanos al G4 que a ella. Me parece que el sustituto o la sustituta será alguien de su entorno, de su equipo. Creo que hacia allá vamos. Espero que no sea así.
-¿Eso va a impedir una candidatura unitaria?
-No lo va a impedir, porque eso no va a ser el resultado de una imposición avasallante, sino de un acuerdo que ella va a establecer con las fuerzas hegemónicas de la oposición. Como mínimo va a ser un acuerdo entre ella y el G4. Se va a repetir la historia de otros procesos: resuelto el acuerdo entre ellos, a los demás no les queda otra alternativa.
-¿La candidatura unitaria la va a definir el G4 o Machado?
-De todas, todas ella va a estar en el centro de la decisión, porque no hay posibilidad de decidir sin ella ni contra ella. Eso no existe. Cualquiera que intente eso lo que está proponiendo es un suicidio y está convocando a una derrota, y nosotros estamos convocando para ganar.
-¿El que ignore el liderazgo de Machado está condenado al suicidio?
-En términos electorales, en el sentido de que si propones una candidatura distinta de la que ella está planteando, una candidatura sin ella o contra ella, estás condenado. Haces daño, lo que haces es entrar en el juego del régimen, que es dividir el voto, crear pesimismo, desesperanza. Tenemos que darle respuesta a la gente, y la respuesta es también un sentimiento unitario. En este momento lo encarna ella, lo administra ella y debe administrarlo; ese es nuestro llamado, responsablemente, con generosidad y con conciencia de lo que nos estamos jugando. Con conciencia de que no nos estamos jugando el liderazgo de ningún partido, política, corriente o programa, sino que nos estamos jugando la posibilidad cierta de resolver un dilema en el cual se nos ha situado. O abrimos camino a una transición democrática o seguimos por esta deriva autoritaria que cercena los derechos de la gente, que arruina la economía, que empobrece a los venezolanos.
-¿Es posible una candidatura de izquierda?
-No es posible ni es conveniente. Una candidatura de izquierda no tiene ninguna posibilidad de éxito. Serviría, en el mejor de los casos, para reagrupar las corrientes de izquierda, pero sus logros serían acumular fuerzas pensando en las elecciones de 2025, un posicionamiento para las elecciones de 2025, pero nosotros tenemos que pasar primero por 2024, y en 2024 no puede haber un objetivo distinto que ganar la elección, y una candidatura de izquierda no tiene posibilidades de ganar una elección. Creo que la izquierda tiene una responsabilidad importante: además de sumar nuestro esfuerzo a una candidatura que permita una transición democrática, los que somos de izquierda estamos obligados a constituirnos en un bloque, a levantar un programa autónomo y a trabajar por construir los contrapesos necesarios frente a las nuevas hegemonías.
