El defensor de Derechos Humanos asegura que existe una política de Estado para cerrar los espacios de debate
El dirigente Rafael Narváez señala que el foro político por excelencia que existe en las democracias es el parlamento y en el caso venezolano la AN electa en el 2015 fue la expresión de la soberanía popular a través del voto directo y secreto.
“La Asamblea Nacional hoy es aniquilada por el odio y resentimiento del Estado que no tiene miramientos ni clemencia para pulverizar a la disidencia opositora llevándose por delante todo derecho humano y garantías constitucionales establecidas en nuestra ya muy golpeada Constitución nacional”, indicó Narváez.
Agrega que el hoy “fallecido parlamento legítimo fue una una muerte anunciada por la sentencia de desacato emitida por el TSJ, la conducta represiva sin límites por parte de la Guardia Nacional y civiles armados en contra de los diputados, periodistas ,trabajadores que produjo el desalojo forzado del histórico Palacio Federal Legislativo”.
“Sin duda alguna que estamos en presencia de una política pública diseñada y ejecutada por el Estado en contra de los derechos civiles y políticos, acceso a la justicia, libertad de expresión, salud, de los servicios básicos y esta sentencia del Triibual Supremo, que fue dictada sin respetar el debido proceso por que no hubo juicio, no citaron a las partes, a militares que impidieron la entrada de los diputados a la sede legislativa, no consideraron si hubo quorum de funcionamiento, de votación para nombrar una directiva como lo establece el reglamento interior y de debates, colocan a nuestra democracia en terapia intensiva”, dijo Narváez.
Para finalizar el defensor DDHH responsabilizó al «silencio complice de todos los poderes públicos”, por alejarse del cumplimiento de sus atribuciones establecidas la Constitución.