El analista esgrime sus argumentos entorno al nuevo escenario político nacional frente a la convocatoria de la Plataforma Unitaria para escoger un candidato que enfrente a Maduro
Juan Barreto docente universitario y dirigente político aseveró que «el relato que propone la unidad del G4 es hipócrita pues de manera sectaria desconoce al resto de la oposición y es un chantaje».
Asimismo agregó que «la primaria se puede entender como una estafa del G4 para seguir consiguiendo financiamiento internacional».
Al finalizar el proceso de inscripción de los candidatos para escoger el candidato de la Plataforma Unitaria que enfrente al oficialismo, el investigador universitario ofrece una breve conversación en torno al posible escenario político nacional, a corto plazo.
-¿Qué son para usted las primarias?
-Luego del fracaso del interinato y de la política intervencionista, una alianza de partidos financiados por EEUU que perdieron apoyo popular y necesitan recomponerse. En este escenario inventaron un procedimiento que llaman primarias.
-¿Ellos hablan de unidad para enfrentar a Maduro?
-Ese grupo de partidos construyeron un relato que vende su alianza como “La Unidad”, pretendiendo sustituir al pueblo y a la gente y tratando de imponerse como dirección política legítima. Desconocen a todos los demás factores opositores y se auto denominan “la única oposición”.
-¿En su criterio qué pretenden con el proceso del próximo 22 de octubre?
-Pretenden ser el relato panfletario que actúa como chantaje para lograr ser reconocidos como los líderes de todo el mundo. Mediante un procedimiento de selección en el que sólo participarán las maquinarias de los partidos y sus simpatizantes, todas las encuestas apuntan a que sólo participará menos del 10% de la población, intentarán escoger a uno de ellos, que será vendido como representante de todo el pueblo y la sociedad.
-¿Por qué usted afirma que no vale la pena participar en las primarias opositoras?
-Participar en esas primarias es darle oxígeno, amplitud y legitimar ese espacio sectario diseñado para que haya una baja participación y quede electo uno del grupito G4+MCM. Recordemos que el número de centros electorales no llegará a 2.000 de los casi 15.000 que existen. Recordemos que esos centros estarán colocados principalmente en las grandes ciudades y que la gente de los barrios no tendrá acceso a ellos. Será más fácil votar en Madrid o Bogotá que en La Dolorita o Niño Jesús de Catia. Eso lo hacen para garantizar que solo voten los movilizados por las maquinarias de partido y los sectores radicales de las capas medias.
Por eso, hay que pasar de largo rumbo a Miraflores, porque esas primarias son una trampa y un obstáculo. Un candidato verdaderamente independiente no debe vincularse a esos tipos y echarse al hombro el muerto de unos actores que van de fracaso en fracaso.
Barreto señala en su reflexión que el costo de la primaria es elevado y calcula que puede superar los 30 millones de dólares y destaca que «nadie en el G4+ explica nada».
-¿Por qué usted habla de un relato panfletario?
-Dicen que solo ellos y su candidato pueden derrotar a Maduro y quien no los acompañe es divisionista. Esto le hace el juego a Maduro. Dicen que si no apoyamos a su grupo (G4+) y aceptamos lo que salga de su primaria somos maduristas. ¡Pero eso no es verdad! Ellos son los que dividen con su sectarismo. No reconocen que existen otros sectores de la oposición. A todos los que no son como ellos los descalifican llamándolos traidores y alacranes. Pero no olvidemos que fueron ellos los que dividieron durante las elecciones regionales, porque ellos se creen y se dicen que son la única oposición que hay. Dividen siempre. Dividieron cuando llamaron a la abstención y evitaron que le ganáramos a Maduro. Dividieron en las regionales y dividen ahora, haciendo creer que sus primarias deben ser aceptadas y reconocidas por todo el mundo y quien no se les sume y subordine es traidor, madurista y alacrán. Es el mismo relato de siempre. Un chantaje en el que caen algunos compañeros ingenuos que se meten en esa cápsula, se amarran a esa narrativa y la repiten como loros. Sintiendo miedo de ser divisionistas.
-¿Por qué eso no es verdad?
-Se trata de un velo, un manto ideológico, un encubrimiento, solo una narrativa, un relato.
La verdad es que ellos juntos y con mucho apoyo popular, muchos recursos económicos y medios de comunicación a favor, se inventaron a Guaidó y no lograron nada. Ahora son una reducida cúpula desgastada y dividida de liderazgos que luchan por mantener el financiamiento externo EEUU y por dirimir quien se apropia de la tarjeta de la manito.
-Entonces… ¿Cómo derrotar a Maduro?
-Rompiendo la polarización y alejándose de los dos extremos hoy rechazados por las grandes mayorías del pueblo. Denunciando con vigor el relato y el chantaje de “la unidad”. Develando su mentira y desnudando los intereses de esos personajes, sin tregua. Levantando la voz y explicando que ellos le son necesarios y orgánicos a Maduro, que los necesita para polarizar y ganar.
-Y eso… ¿Cómo se hace?
-El 80% de los venezolanos ya lo hizo, están claros y no se calan ese relato. Las mayorías reclaman una figura independiente que no esté vinculada al pasado ni a los dos factores responsables de la actual situación. Unos responsables del bloqueo y las sanciones y otros responsables de la ineficiencia y la corrupción. La gente está clara e indica el camino correcto. Rechazan por igual al G4+, como rechazan a Maduro. Hay que ir al encuentro de esas grandes mayorías. Unirlas de verdad alrededor de un programa y de un liderazgo. Tenemos que construir una nueva mayoría.
-¿Se puede lograr esa propuesta?
-¡Sí! Las grandes mayorías ya lo lograron. Se desprendieron de ese relato y ya no se dejan engañar.
-¿Cómo hacerlo?
-Pareciéndonos a la gente común que quiere otra cosa. Rechazando a los factores de la polarización y marchando por la calle del medio.
–¿Y qué se necesita para eso?
-Firmeza y convicción. No caer en el chantaje y no repetir el relato del G4. Necesitamos un nuevo relato, que ya lo tenemos, de reconciliación y unidad nacional y no en torno a un grupito. Necesitamos mucha lealtad, disciplina y organización y todo eso lo estamos construyendo. Necesitamos recursos, hay que buscarlos, pero tenemos el principal recurso que es la esperanza y la voluntad de cambio de un pueblo. Necesitamos una figura que aglutine y lidere el descontento y que organice el entusiasmo de la esperanza y también los tenemos! para mi ese es Benjamin Rausseo. El cambio que une.
