El punto del Esequibo, acordado en la ronda de diálogo en México, es muy positivo porque es un gesto simbólico y de unidad ante Guyana pero debería llevar a medidas concretas, consideró este miércoles el internacionalista Kenneth Ramírez, presidente del Covri.
Somos de la opinión de que debe montarse una mesa técnica para abordarlo, sentenció.
En un año y seis meses Venezuela debe presentar la contramemoria ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), recordó Ramírez, porque «nos guste o no ya la Corte dijo que tenía jurisdicción».
Ha llamado mucho la atención que, a pesar de toda la pugnacidad, el reclamo por el Esequibo siga siendo algo que unifica y en el que tirios y troyanos están de acuerdo.
No es la primera vez que se aborda el tema, pero es la primera vez que hay un acuerdo extenso en el cual se reivindican los derechos históricos de Venezuela, indicó en entrevista con Unión Radio.
Pero eché en falta medidas concretas, comentó. Por ejemplo, Venezuela jamás reconoció la jurisdicción de la CIJ, pero todos los estados miembros de Naciones Unidas son miembros de la CIJ.
Los aliados del gobierno de Maduro y de las fuerzas democráticas han ratificado la necesidad de una salida política y negociada, analizó Ramírez. Esa es la vía: negociar. Por eso vemos no solo la facilitación de Noruega, sino a acompañantes como Países Bajos y la Federación de Rusia.