«Venezuela, más allá de cualquier parcialidad política, acaba de ser objeto de una acción terrorista criminal e irresponsable. Podemos oponernos a un gobierno que miente, y miente mucho, pero primero está la patria», aseveró el dirigente
El dirigente Enrique Ochoa Antich, increpó públicamente a Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática; Manuel Rosales, presidente de Un Nuevo Tiempo (UNT) y Henrique Capriles Radonski.
«Venezuela, más allá de cualquier parcialidad política, acaba de ser objeto de una acción terrorista criminal e irresponsable. Podemos oponernos a un gobierno que miente, y miente mucho, pero primero está la patria. Las evidencias son más que claras. La presencia de asesores militares estadounidenses en la operación revela hasta los degradantes extremos a los que puede llegar la oposición extremista. Ningún venezolano con algún sentido mínimo de nación, puede dejar de rechazar sin ambigüedades ni ambages esta incursión», enfatizó Ochoa Antich.
Ante estos eventos «me atrevo a preguntarles: ¿hasta cuándo van a seguir ustedes sirviendo de apoyo a la irresponsabilidad criminal de Guaidó, PJ y VP? ¿Se dan cuenta del papel de segundones del extremismo que están cumpliendo? ¿A cuenta de qué tienen ustedes que aceptar que vías hechos cumplidos (como lo fueron el 11A, el paro, las guarimbas salidistas y la autojuramentación) el extremismo oposicionista arrastre a toda la oposición al desbarrancadero de la violencia, la derrota, la desmoralización y la desmovilización? ¿No terminamos pagando todos los demócratas esa conducta tan autoritaria como la que criticamos en el gobierno?».
A propósito de los recientes eventos, interroga: «¿Pueden ustedes soslayar la clara participación en ellos de Juan Guaidó? ¿Puede dudarse que quienes organizaron las payasadas del “Sí o sí» cucuteño y del 30A estén también detrás de esta postrera vergüenza? Está claro que él y su partido, Voluntad Popular y muy probablemente el sector de Primero Justicia que se identifica en la vocería de Julio Borges, con inmadura irresponsabilidad y supina inmadurez, andan tentando desesperadas acciones como la que acabamos de presenciar, por no decir que propician sanciones y planes de invasión que incluso con más razón ustedes están llamados a condenar».