«Uno puede moderar las formas pero no puede decir mentiras», afirma. «Aquí hay una dictadura que ha robado elecciones, que ha cometido delitos de lesa humanidad. Ahora, que yo tenga ese diagnóstico no quiere decir que no haya que buscar una negociación», subrayó el dirigente de Voluntad Popular, Freddy Guevara
Varias veces dijo Freddy Guevara, dirigente de Voluntad Popular (VP), que los proyectos políticos deben convivir en Venezuela. Pero también varias veces aclaró que una cosa es convivir, y otra cosa es cohabitar. En su pronunciamiento del martes 31 de agosto, Guevara anunció que buscará tender puentes con el chavismo, para que VP deje de ser vista por el oficialismo como una “organización terrorista”, y para que el oficialismo deje de ser visto por VP como una banda de corruptos y asesinos.
“Hay un espacio formal que es el proceso de negociación en México con el apoyo de Noruega, y a través de allí imagino que se podrán generar espacios y puentes. Pero está lo otro, que es el tema informal, dando mensajes de este tipo, abiertos; y buscando generar encuentros y conversaciones a niveles medios o de base en los diferentes espacios”.
-Quiere hablarles a las bases del chavismo.
-A todo el que pueda. Me siento con la responsabilidad, como miembro de un partido y siendo un dirigente que de alguna forma hemos sido vendidos y nosotros también hemos planteado posiciones que pueden plantearle al chavismo que vamos por todos, que viene una razzia, con la responsabilidad política de plantear que eso no es así; y para facilitar y empujar que realmente haya una solución en Venezuela. Desde los espacios formales, y también los informales, haré todo posible para llegar a quien haya que llegar.
-Quiere dar un mensaje de convivencia. ¿Cómo se imagina la convivencia?
-La convivencia se trata de poner unas reglas del juego en las que, básicamente, partamos de la premisa de que la gente es la que tiene que decidir. Pero segundo, que independientemente de quién gane un proceso electoral o no, la otra parte tenga las garantías de que no va ser arrasada. Y las garantías no son solamente un documento firmado por Estados Unidos o Rusia; se necesitan elementos para que de alguna forma el propio chavismo, no es que confíe en nosotros de que no los vamos a perjudicar, y que ellos tengan las herramientas para que no los podamos perjudicar. Y al revés. No es que vamos a confiar en un documento; se trata de que nosotros tengamos las herramientas para que no nos puedan perseguir. ¿Cómo garantizamos magistrados que no se presten para ponerse de una parte ni de la otra? Ese tipo de elementos que nos permitan no usar las instituciones para persecución política. Entender que el poder va mucho más allá del gobierno, que se trata también de construir una estructura del Estado en la que todos los sectores se puedan sentir representados. Se trata de que en el Estado haya representación de todos los sectores que les dé la garantía de que si Freddy Guevara se vuelve loco, y de repente todo lo que dije es mentira, y me da la gana de perseguir a todo el que se haya puesto una franela roja, no lo pueda hacer.
-¿Siente que ha perdonado?
-Sí. Puedo hablar por lo que me hicieron a mí. No puedo perdonar por las madres a las que les han matado sus hijos, ni por los presos que han torturado. Puedo perdonar por mí. No tengo ningún rencor con quien haya dado la orden de que me metieran preso, ni quien me llevó a estar sin libertad en la Embajada de Chile. Si estoy claro, estaba claro y sigo claro en que me estoy enfrentando a una dictadura tenía que asumirlo con esa visión. Es distinto para quien no está en política. He podido conversar con algunos ex presos políticos que no tenían la vena política y sufren mucho más. Cuando eres un preso político y eres político estabas más o menos preparado para algo de esto, y te sientes cumpliendo un rol, así sea de símbolo de la injusticia. Pero cuando eres una vecina a la que agarraron porque hicieron un allanamiento, un escolta, un chofer, una enfermera, un sindicalista, no lo esperas.
-Sobre sus condiciones de reclusión…
-A mí al menos no me hicieron tortura física, ni golpes. El tema mío sí fue el aislamiento.
Guevara habla sobre los miedos que tienen todos los seres humanos, como morir asfixiado, ruidos duros y aislamiento. “Que te corten toda comunicación, visión, es algo que afecta profundamente. Pude salir tres veces de la celda para el sol; en la última semana sí me llevaron a la biblioteca. Pero los primeros días fueron muy duro: solamente salía para los interrogatorios o traslados médicos”.
Cuenta que trató de asumirlo “como una especie de retiro espiritual forzado, obligado; me dije ‘voy a aprovechar esto para reflexionar sobre mi vida, sobre la espiritualidad, sobre la política’. Tenía como una tarea en mi cabeza, me dijo ‘si estoy aquí debo tratar de fortalecerme’. Me hice como un plan y un objetivo: salir más fuerte mentalmente, espiritualmente, y traté de montar un plan para eso”.
Explica que le tocó sobreponerse a que le colocaran una capucha negra en la cabeza, lo metieran en un cuarto esposado. “No sabes si te van a golpear, si te van a torturar. Es la primera parte de intimidación”. Todo eso se lo hizo un grupo supuestamente llamado Orden Democrático, el mismo que lo entregó posteriormente al área de investigaciones del Sebin.
-¿Qué ha cambiado de su mensaje de la dictadura que enfrentaba antes a plantear que hay que convivir?
-Uno puede moderar las formas pero no puede decir mentiras. Que yo crea en una negociación no significa que voy a decir que ellos son los Ositos Cariñosos, que son demócratas y que lo que hay son excesos. No. Aquí hay una dictadura que ha robado elecciones, que ha cometido delitos de lesa humanidad. Ahora, que yo tenga ese diagnóstico no quiere decir que no haya que buscar una negociación. Cuando hay un secuestrador que tiene secuestrado a un familiar tú negocias con el secuestrador. La policía negocia cuando secuestran un banco. Eso pasa.
-¿Qué cambia del discurso anterior al discurso de hoy?
-Hay temas de forma y de fondo. Hay un tema de fondo que tiene que ver con la teoría de cambio en la que creo. Creía que podíamos lograr una vuelta a la democracia a través de presión, básicamente popular e internacional, que llevase a un quiebre político o militar. Ahora creo que todo lo que hemos construido nos puede ayudar a buscar una solución negociada, o equivocarnos. Tal vez tampoco funciona, y nos tocará repensar y decidir qué hacemos si eso no es viable, cómo hacemos que sea viable o si, en efecto, nunca va a ser viable. Pero hoy es un tema de fondo diferente. Y segundo, en la forma, está el tratar en la medida de lo posible de no dar mensajes que generen la percepción de que vamos por todos. Y también bajar la soberbia y no pensar que uno tiene la superioridad moral, e incluso tratar de entender qué hay del otro lado. Por ejemplo, una de las cosa que hice en la cárcel fue tratar de entender, a todo el que veía medio chavista de los funcionarios le preguntaba cosas, me leí sobre Marx en Latinoamérica, traté de leerme un libro de 700 páginas de Fidel Castro, para tratar de entender qué hace que haya venezolanos que estén dispuestos a hacer todo lo que han hecho en función de unos ideales. A veces creo que hemos tenido una caricatura del chavismo en la que pensamos que todo es un problema de plata, de negocios y de poder nada más. A pesar de que hay mucha gente que sí es delincuente, también hay mucha gente que tiene una convicción política, un proyecto político. Si nosotros no entendemos qué es lo que motiva ese proyecto político no vamos a poder conseguir una solución en la que ambos proyectos políticos puedan vivir en Venezuela, siempre que sean democráticos. La parte dictatorial, la parte totalitaria no se le puede aceptar a ninguno.
