«El abuso contra los oficiales ha crecido porque representan una amenaza real para el Gobierno de Maduro», indicó el general Manuel Cristopher Figuera, exdirector del Sebin
El medio estadounidense New York Times denunció que, el mandatario Nicolás Maduro utiliza su aparato represivo contra la Fuerza Armada para mantener su control.
El Times cita varios casos, como la reciente muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo y otros militares torturados en la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
«El abuso contra los oficiales ha crecido porque representan una amenaza real para el Gobierno de Maduro», indicó el general Manuel Cristopher Figuera, exdirector del Sebin (inteligencia de Venezuela), reseñó EFE.
La abogada Lilia Camejo ha denunciado la existencia de más de 200 presos políticos militares.
Acosta Arévalo murió el 29 de junio después de ser sometido a torturas, según lo denunciaron sus familiares y la dirigencia opositora venezolana. El capitán fue sepultado el 10 de julio, en contra de los deseos de su esposa y rodeado de guardias de seguridad en una operación controlada por el Gobierno; no conforme con eso, sus familiares no pudieron ver el cuerpo porque estaba envuelto en un plástico marrón.
La autopsia de Acosta -según datos difundidos extraoficialmente- reveló que al militar prácticamente lo molieron a golpes y le aplicaron electricidad.
El Gobierno venezolano detuvo a dos militares en relación con su muerte y señaló que los oficiales usaron fueron excesiva cuando el capitán se resistió al arresto, recuerda el Times.
La nota recuerda el caso de otros militares torturados como el de Juan Carlos Caguaripano, de la Guardia Nacional, que en 2017 dirigió un asalto fallido en una base militar, quien sufrió lesiones en los testículos debido a los golpes que recibió en la cárcel.
El artículo asegura que en los últimos dos años, a medida que se agrava la escasez de alimentos por el derrumbe de la economía petrolera, las fuerzas de seguridad del Estado han llevado a cabo por lo menos cinco operaciones para derrocar o asesinar a Maduro, confirma EFE.
Estos abusos fueron dados a conocer el pasado mes en un informe publicado por Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.
Asimismo, el artículo apunta que aunque Maduro ha tratado de garantizar la lealtad de los altos mandos militares con promociones y contratos lucrativos, los oficiales de rango medio y bajo y sus familias se ven cada vez más afectados por la crisis.
«El hambre llegó a los cuarteles y se infectaron con disidencia», dijo al diario Ana Leonor Acosta, abogada de la Coalición, quien asegura también que las Fuerzas Armadas están llenas de paranoia, desconfianza y división.