Cada tercer domingo de junio se celebra el Día del Padre en Venezuela y varios países del mundo, pero esto actualmente no es motivo de celebración para los papás venezolanos
En el país existe una realidad desde, al menos, hace siete años. La crisis económica llevó a que la migración fuese el “plan perfecto” para que venezolanos salieran del país en busca de un mejor futuro, pero esto llevó a que millones de familias se separaran desde el 2017 hasta la actualidad.
Cada tercer domingo de junio se celebra el Día del Padre en Venezuela y varios países del mundo, pero esto actualmente no es motivo de celebración para los papás venezolanos, puesto que tienen que enfrentar la ida a otros países de sus hijos.
Ante esto, el padre venezolano años tras año tiene una petición muy peculiar para celebrar su día, el cual va más allá de recibir un regalo, compartir en familia, hacer parrillas, tomar tragos sociales o salir a restaurantes a comer y reír, esto es el reencuentro con sus hijos.
Sus mejores regalos
Juan Velázquez de 53 años y residente de la Parroquia El Valle, expresó a Contrapunto que desde hace cuatro años celebra su día con amigos de la zona donde reside y jugando dominó, pero lo que más espera es poder recibir un abrazo de sus dos hijos quienes se fueron a Perú en busca de una mejor calidad de vida para su familia.
“Yo casi siempre tiendo a celebrar el Día del Padre jugando dominó con todos los vecinos por donde vivo. Ahí pasamos el día escuchando música, riendo y compitiendo, Y en la mañana espero la videollamada de mis dos hijos que están en Perú desde el 2019. Siempre me alegran el día y disfruto hablando con ellos”.
Algo parecido sucede con Fausto Hernández (61) de La Candelaria. De sus tres hijos, el menor se fue para Colombia en el 2022. Esto lo golpea anímicamente porque desea recibir un abrazo de su hijo más pequeño cada Día del Padre y diariamente.
“Mi hijo menor tiene ya 20 años. El año pasado me puse a llorar por tener dos años sin pasar el Día del Padre disfrutando con mi pequeño, así le digo. Pero gracias a mis otros dos hijos pude pasarla de una manera agradable, nos fuimos a un restaurante, comí y tomé cervezas. Pero como deseo recibir un abrazo de Álvaro (nombre de su hijo).
Eduardo Alvarado de 58 años, de La Vega, es un poco más jovial. Dice entre sonrisas que espera a que su hija Mariana de 28 años le deposite para él comprar y disfrutar a su manera. Espera poder hacer parrilla y comprar algo de beber.
“Mira, yo espero que mi hija me deposite el dinero que siempre me da y así espero hacer una parrilla con mis hermanos y comprar algo para unos traguitos sociales (jajaja). La extraño mucho, pero entiendo que está en Panamá dando lo mejor de sí para su crecimiento profesional”, comentó.
Ignacio Berroterán (49), igualmente de La Vega, lamenta no poder disfrutar en los últimos seis años con su único hijo. Desde el 2018 se fue para Ecuador con su mamá y no ha podido celebrar su día con Abraham de 11 años. Desea que en los años que vienen poder abrazar a su primogénito y “llenar su corazón de alegría”.
“Mi hijo me hace videollamadas todos los años, eso me hace feliz. Abraham se fue con su mamá para Ecuador en el 2018, estábamos en plena crisis. Todos los días deseo poder abrazar a mi hijo y llenar mi corazón de alegría”, culminó.