En diciembre de 2018 una nueva postuladora -la jurista argentina Silvia Correale- asumió la causa del «médico de los pobres». En enero de este año el cardenal Baltazar Porras presentó un presunto milagro a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma
En la vida y en la muerte José Gregorio Hernández transita un camino de obstáculos, y de eso no se libra su recorrido hacia la santidad. Lo que para otros ha sido un trayecto relativamente corto -como el del papa Juan Pablo II, hoy San Juan Pablo II- para Hernández ha sido la ruta larga. Este 29 de junio se cumplen 100 años de la muerte del «médico de los pobres», y este centenario sorprende al científico sin ser santo, aunque la Iglesia católica venezolana lo ve posible.
Desde diciembre de 2018 la causa tiene una nueva postuladora: es la jurista argentina Silvia Correale, conocida como la «monseñorina». Este nombramiento puede ser favorable para el venezolano, o no serlo. Por lo pronto, Hernández tiene el título de «Venerable» desde 1986, que permite el culto privado.
Curación médicamente inexplicable
El cardenal Jorge Urosa Savino y el vicepostulador de la causa, monseñor Tulio Ramírez, lo han explicado claramente: Para lograr la beatificación se debe comprobar, ante la Congregación para las Causas de los Santos en Roma, «que se ha dado una curación médicamente inexplicable por medios naturales, completa e instantánea».
Esa curación debe cumplir con el requisitos de estar precedida «por la oración familiar y comunitaria a Jesucristo por intercesión de José Gregorio».
Los prelados puntualizan que «no basta un hecho sorprendente pero tratado médicamente o un hecho subjetivamente muy importante». Sueños ni visiones «no sirven como prueba para los presuntos milagros».
Presunto milagro
Tulio Ramírez recuerda que Hernández es santo «para el pueblo cristiano, para el pueblo sencillo», y que incluso está presente en los hospitales como tal. Sin embargo, todavía no se ha cumplido con el requisito de comprobar un milagro.
Para que sea reconocido como tal, debe ser certificado por los peritos del Vaticano, lo que todavía no se ha conseguido. «La gente dice que le hizo un milagro porque se le apareció en el café», afirma, pero «eso no es ningún milagro».
El 18 de enero de este año el cardenal Baltazar Porras presentó ante la Congregación un presunto milagro logrado por la intercesión de Hernández.
No obstante, «seguimos buscando milagros» que puedan ser expuestos en Roma, apunta el vicepostulador. El correo electrónico para reportarlos es [email protected].